Muchas pruebas y pocas certezas

Afirmaba el pasado sábado Rubén Albés que los resultados en pretemporada le importaban más bien poco. Es entendible. Sin embargo, siempre saca una sonrisa ver al equipo jugar bien aunque sea un partido de trámite, independientemente del rival. El Sporting este miércoles, ante el Lugo, no tuvo la brillantez que exhibió ante el Eibar en El Berrón, pero conviene poner las cosas en su sitio. Los rojiblancos se presentaron en Meira con un plantel muy renovado y sin alguno de los titulares fijos que arrancarán la competición. El técnico gallegó volvió a cambiar de sistema y probó con un 3-4-3 que dejó algún destello durante la primera media hora. A partir de ahí, a raíz de los cambios, encuentro plano y sin apenas ocasiones de gol. Poco que echarse a la boca para el aficionado con un 0-0 bastante tedioso. Otra cosa es la lectura que extraíga Albés de la cita.

Sin Yáñez, Caicedo, Pirés, ni Olaetxea, el entrenador echó mano de su libreto para sorprender con un planteamiento diferente a lo que había ensayado hasta ahora, con una línea de tres centrales, adelantando a los laterales que ejercieron como carrileros. En ataque, el Sporting desplegaba un atrevido 3-4-3, con mucha movilidad de los jugadores de ataque. En defensa, sin balón, el dibujo mutaba en un 5-4-1. Mucha variedad táctica para un equipo que, al menos en los primeros minutos, demostró tener las ideas claras de lo que quiere plantear sobre el campo.

No es extraño que el cuadro rojiblanco saliera mandón en el Municipal de Pol. Puso en práctica una presión muy alta que dificultaba la salida del balón del rival, con un punto de intensidad que siempre se agradece en la etapa de preparación.

En ataque, muchas piernas de Nacho Mártín y Nacho Méndez para ofrecer una alternativa a sus compañeros, mientras Guille hacía un despliegue físico en campo contrario. Albés pedía a sus futbolistas que se juntaran más a la hora de lanzar el ataque. Sin Caicedo no había opciones de capturar algún balón largo, fácil para la zaga del Lugo que encabezaba el exrojiblanco Juan Rodríguez. Con el paso de los minutos se atascó el partido, sin apenas continuidad en el juego, jalonado de más faltas de las necesarias en un partido de preparación.

El técnico gallego introdujo cuatro cambios a la media hora de encuentro, sacando del campo a cuatro teóricos titulares. Da la impresión de que Albés no quiere más complicaciones de las necesarias ante el temor de que el problema de las lesiones acabe siendo una epidemia.

Probó a Álex Oyón durante algunos minutos en el doble pivote junto a Nacho Martín, mientras que cambió las bandas del ataque, con Queipo y Lozano en lugar de Dubasin y Otero. Iker Martínez, una de las notas positivas de la pretemporada, se situó en el lateral derecho en lugar de Guille Rosas.

En medio de la atonía que había invadido al partido en el tramo final del primer acto, Campuzano ganó un balón al espacio para plantarse solo ante el meta rival. El catalán golpea con la izquierda y Lavín lo roza con la mano para mandar el balón al poste y evitar el gol de los rojiblancos. Fue la única ocasión clara en los noventa minutos. Con eso está todo dicho.

Tras el descanso, renovó un poco más el once Rubén Albés, que colocó a Borja Montes como central izquierdo y retrasó la posición de Nacho Martín, que cumplió con central diestro. El noreñense, que terminó de capitán, fue lo más destacado en el cómputo del choque.

Faltó ritmo, fluidez en el juego. Muchos errores en la entrega y algo de precipitación que impidieron llegar al área rival con posibilidades reales de hincarle el diente a un Lugo que apenas se acercó a Christian Joel hasta los últimos minutos cuando el meta cubano sacó una mano a un disparo dentro del área.

El Sporting hizo algo más por generar ocasiones, pero el fútbol no fluyó como en los primeros minutos. Buscó combinaciones para llegar desde los costados, con centros al área que estaban huérfanos de rematador. No estuvieron finos los 'guajes', que perdieron una buena ocasión para ganar crédito a los ojos del cuerpo técnico.

Este sábado, en tierras cántabras ante el Racing, el club rojiblanco disputará su último partido ante de comenzar la competición. El último campo de pruebas para un Albés que busca el traje que mejor le quede a su Sporting.

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