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Con 0-0 al descanso y en el día que el Sporting cumplía dos meses desde su última victoria, Rubén Albés no dudó. Nico Serrano, recién llegado de Bilbao la tarde anterior, saltaba a calentar junto a la otra incorporación de los rojiblancos, ... Carlos Dotor. El Sporting se encontró con el gol de Olaetxea y tal vez el marcador a favor postergó los cambios, pero no la hoja de ruta del preparador vigués.
Los dos flamantes fichajes de los rojiblancos fueron las primeras sustituciones. El extremo navarro entró en el minuto 70 y Dotor, en el 76. Apenas llevaban siete minutos ambos en el terreno de juego cuando de sus botas iba a llegar la jugada de la sentencia. El centrocampista madrileño cazaba un mal despeje de la defensa burgalesa y filtraba un pase al espacio entre centrales, por donde se colaba Serrano. Su centro lo iba a embocar el jugador cedido por el Celta para delirio de un El Molinón necesitado de motivos para volver a creer. «Les va a dotar de confianza», reconocía Albés al término del choque. «Muchas veces cuando un futbolista viene de tiempo sin jugar empieza incluso a dudar de sí mismo», insistía el entrenador del Sporting, consciente de que lo mejor de ambos aún está por llegar.
«Él nunca pensó en ser futbolista profesional». Quien lo dice es Javier Rodríguez, 'Rodra', una de las personas del entorno de Carlos Dotor y que conoce bien al futbolista madrileño. Natural de Majadahonda, no fue hasta la etapa de cadete que comenzó a despuntar y llamó la atención del Real Madrid. «Consiguió llegar al Castilla y ahí tuvo unos años muy buenos». Rodra describe al nuevo jugador del Sporting como un futbolista «muy disciplinado y con mucho gol». Los números le dan la razón. Con el Castilla convirtió 26 goles en 89 encuentros. «Era un poco la extensión de Raúl sobre el campo. Sentía mucho al equipo». Una pubalgia le privó de mejor suerte en su año en Vigo, aunque su amigo confía en que «se recupere ahora en Gijón».
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«Era 'menudico', pero era muy bueno, muy bueno». José Luis Nagore preside el Unión Deportiva Cultural Txantrea de Pamplona. En las categorías inferiores de este club de barrio navarro dio sus primeras patadas a un balón Nico Serrano. «Sí, sí, ya se le veía que tenía cosas». Nagore recuerda bien a aquel niño de tan solo nueve años que dejó su club en 2012 para fichar por Osasuna, Villarreal y, finalmente, Athletic: «Era un chico muy normal, que le encantaba el fútbol».
Y es que no le falta razón a Nagore cuando advierte que Serrano «aún es muy niño». El nuevo atacante del Sporting cumplirá los 22 el próximo mes de marzo. Fue Marcelino García Toral, como entrenador del Athletic, quien lo hizo debutar con el primer equipo de los leones en enero de 2022, con tan solo 18 años. Compañero de generación de otros jugadores que sí se han asentado en el primer equipo –como Nico Williams–, Serrano se vio obligado a salir en busca de minutos. Mirandés, el Zwolle neerlandés y Racing de Ferrol fueron sus destinos hasta este curso, donde Ernesto Valverde lo ha usado en una decena de partidos aunque sin demasiada continuidad. «Que haga una buena temporada con el Sporting», es el deseo con el que se despide Nagore.
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