El Sporting vuelve a ganar dos meses después

Rubén Albés comentó en la previa del partido ante el Burgos que la victoria iba a ser trabajada. No le faltó razón al técnico del Sporting. Los rojiblancos volvieron a ganar, dos meses después, para romper la sequía que ya sumaba siete jornadas sin vencer. Olatxea y Dotor firmaron los goles en un partido en el que los locales fueron merecedores de los tres puntos.

Salió todo. Y cuando sale todo, el fútbol suele ser justo. Albés apostó por un once marcado por el regreso de Maras al centro de la defensa y la titularidad de Campuzano con Dublin y Otero como escuderos del delantero. Una alternativa ofensiva que nunca había utilizado el técnico rojiblanco. Lo hizo justo el día que debutaba Nico Serrano con la camiseta del Sporting.

No le salió del todo bien la propuesta. Pese a que el Sporting fue superior y Yáñez no tuvo trabajo, Dubasin estuvo algo perdido en el costado zurdo, mientras que Otero, acostumbrado ya a ser delantero centro, se vio por momentos muy lejos del área rival.

El primer tiempo concluyó con empate sin goles. La ocasión más clara la tuvo Otero en un contragolpe en el que cambió su posición con Campuzano. El delantero pasó a extremo y el extremo a delantero. Y con metros para correr, el colombiano es peligroso. Le llegó la asistencia al cafetero en la frontal del área, pero su disparo se fue ligeramente desviado. Poco más en ataque de un Sporting al que le faltó más presencia en el campo rival.

No tardó Albés en ofrecer una alternativa al plan establecido para doblegar al Burgos. Lo hizo después de celebrar el gol de Olaetxea. El fútbol es caprichoso cuando quiere. Un balón muerto en el área se lo encontró Maras, que lejos de buscar un disparo encontró un pase que solo vio él. Se disfrazó de Laudrup para entregarle el balón a Olaetxea que definió con el talento propio de un goleador. Ver para creer. Pero el centrocampista ya ha demostrado en más de una ocasión que tiene gol y aparece cuando y dónde tiene que aparecer un goleador.

El tanto del rojiblanco añadió un poso de calma en el partido. Se encaró la última media hora con la tranquilidad de ir por delante en el marcador. Que no es poco viendo los dos últimos meses del equipo de Rubén Albés.

El preparador ofreció la alternativa a Nico Serrano para devolver a Dubasin a la izquierda y a Otero en la delantera. Todo volvió a su ser, pero el Sporting se empeñó en jugar por la banda derecha. El nuevo apenas tuvo oportunidades para demostrar su fútbol en El Molinón, pero cuando le llegó… puso en pie al estadio.

Serrano apuntó la línea de fondo desde el costado izquierdo y vio la llegada de Dotor desde la segunda línea. El centrocampista no perdonó y enloqueció al sportinguismo. Se llevó la mano al escudo e indicó a la grada que su sitio es este; el Sporting.

Con el duelo sentenciado, Kevin Vázquez y Caicedo disfrutaron de los últimos minutos del choque. En una situación de calma tras superar una tempestad que a punto estuvo de llevarse todo por delante. Por fortuna para todos, ante el Burgo salió todo y los fichajes invernales firmaron el gol de la sentencia.

La alegría tiene que ser contenida porque aún queda mucha distancia por recortar para volver a estar entre los mejores. Pero las victorias siempre hay que festejarlas y valorarlas.

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