El Sporting estudia un proyecto que mantenga la antigüedad de El Molinón

Lo que hay encima de la mesa del Sporting no pasa de ser una opción, pero que casa más con las peticiones realizadas desde el Ayuntamiento de trabajar sobre la ubicación actual. El Gobierno local está pendiente de mantener un encuentro con el club en el que ir avanzando los pasos necesarios para optar a que El Molinón albergue partidos del Mundial.

El proyecto original que el Sporting presentó al Ayuntamiento pasaba por la construcción de un nuevo estadio en la parcela del actual, aunque desplazándolo unos metros hacia la zona de aparcamiento. El coste de esta operación, según afirmó el concejal de Urbanismo y primer teniente de alcaldesa del Ayuntamiento de Gijón, Jesús Martínez Salvador, rondaba los 330 millones de euros. Una actuación que desde el Gobierno local se consideraba demasiado «ambiciosa» y que era necesario «redimensionar».

La construcción de un nuevo estadio desplazado unos metros hacia la zona de aparcamiento conllevaría para El Molinón la pérdida de su carácter de estadio del fútbol profesional más antiguo de España. El hecho de desplazar el terreno de juego sería lo que provocaría la revocación de este título oficioso. Y es una línea roja para el Ayuntamiento. Para que El Molinón pueda optar a ser sede del Mundial 2030, necesita pasar de los cerca de 30.000 asientos con los que cuenta en la actualidad a 40.000 netos, lo que en la práctica supone unos 45.000. Lo que está por definir es la fórmula para llegar a esos números en un campo que es de propiedad municipal y que, se haga la obra que se haga, seguirá siéndolo, insisten desde el Ayuntamiento.

El proyecto presentado por el Sporting ha provocado reticencias en el Gobierno local, que está pendiente además de una cuestión para nada menor: el plan de financiación. Hasta el momento, el club no ha explicado con claridad cuál es la fórmula para afrontar el coste de las obras, teniendo en cuenta, además, que el Gobierno central no piensa dedicar dinero a la construcción de nuevos estadios, tal y como afirmó el presidente del Consejo Superior de Deportes, Víctor Francos.

Aunque todavía hay margen, los plazos empiezan a apretar, ya que España debe decidir en menos de un año cuáles son las sedes elegidas de entre las ocho y diez con las que contará. Una carrera en la que parten con ventaja los estadios de última generación ya construidos en el país.