El Sporting encarrila la llegada de César Gelabert

La operación para la incorporación de César Gelabert (Palencia, 2000), un objetivo prioritario para el Sporting, está muy encaminada. Existe un acuerdo con el jugador, cuyo interés está siendo decisivo para avanzar en las gestiones, y a lo largo de la jornada del sábado, tanto el Sporting como el Toulouse, su club de propiedad, fueron acercándose al entendimiento en términos económicos. Existe ya un principio de acuerdo, pendiente de perfilar los detalles finales de la operación. Y si no hay un retroceso en las próximas horas, el atacante se convertirá en el próximo refuerzo del Sporting. En Mareo, en todo caso, se mantiene la prudencia hasta el remate de la operación, muy compleja, pero que ha ido superando obstáculos.

El jugador, mientras, espera el desenlace de la operación en Toulouse. Ayer, como estaba previsto, ya no fue convocado con el equipo francés para la primera jornada del campeonato de la Ligue-1, en la que su equipo recibirá hoy al Nantes. La previsión es que, nada más que reciba el visto bueno por parte del Toulouse, viaje ya a Asturias y, tras pasar el pertinente reconocimiento médico, se convierta en nuevo futbolista del Sporting. Parece precipitado que esto suceda este domingo, con lo que un escenario más posible sería el comienzo de esta próxima semana.

La operación se cerrará con una cesión y una opción de compra obligatoria en caso de ascenso a Primera División. El club gijonés ha puesto toda la carne en el asador para el fichaje del atacante, que puede actuar en varias posiciones y que, desde su estancia de niño en Gijón por el fichaje de su padre, Juanmi, por el Sporting, siempre ha tenido en la cabeza el objetivo de defender algún día la rojiblanca.

El miércoles pasado, en ese sentido, Gerardo García se desplazó hasta Toulouse, como informó ayer EL COMERCIO, para reunirse con el jugador. Junto al director de gestión deportiva también estuvo otro miembro del Grupo Orlegi –con Pepe Riestra supervisando la negociación sobre el terreno–, que viajó también hasta Francia. En ese camino, el propio Rubén Albés habló personalmente con el futbolista para hacerle ver el gran interés que había en él, con la seria competencia del Eibar de Joseba Etxeberria, quien ya le dirigió en Miranda de Ebro y le insistió hasta el último momento para que aceptase reunirse de nuevo con el técnico vasco en Ipurúa. No fue así, puesto que el jugador tomó la decisión en las últimas horas del viernes de desechar el resto de propuestas, entre ellas otra del Racing, y apostar por el club en el que jugó su padre.

Por lo demás, el Sporting siguió ayer con la negociación con Adrià Altimira, quien está pendiente de ver si el Leganés da un paso para abordar su fichaje y puede jugar en Primera, su principal objetivo. En todo caso, el lateral no ha cerrado la puerta al club gijonés, que mantiene la confianza en que la operación pueda todavía reconducirse.