
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
Ante un rival superior, redondo en defensa y en ataque, igualmente jugón que remangado, el Sporting se fue derrotado en el fondo y en las ... formas. Sin capacidad de reacción, muy debilitado y sin testar a Álex Domínguez, que vivió plácido ante un oponente con menos recursos. Salvo por ese cabezazo final de Gragera que imploraba el empate, negado por una reacción felina del meta visitante. Y sin mucha cosecha en la despensa de los buenos tiempos, de los empates inmerecidos, la derrota escuece y se agranda.
Ya van siete partidos sin triunfo, con el Sporting precipitándose a la parte media baja de Segunda, gafado. Ayer fue Campuzano el que ingresó, entre lágrimas, el parte de los lesionados. Pero ante Las Palmas, un rival en hora, hubo poco debate futbolístico. Abelardo empujó al campo un once vertical, frenético y físico. Menos estético con la pelota, que perdió de vista. Piernas y más piernas, con Zarfino al enganche y Otero y Aitor corriendo las bandas. Y Pedro, con Rivera, de timonel. Fue descabalgado Campuzano. Frente a un oponente jugón, con batallón de buenos peloteros en la línea intermedia, agazapados tras Andone, el Sporting salió bastante rígido. Corto de pelota. Fallón en el pase en el careo ante un rival muy presionante cuando perdía el hilo con el balón. Un señor equipo. El segundo. Hizo honor a su cartel.
Noticia Relacionada
La tropa de Abelardo se enfocó en no desajustarse ante un contendiente tan bien engrasado como peligroso, con Fabio como punto de partida de toda idea y mucho compinche de quita y pon, siempre fiable con el balón en cualquier cuadrícula. Con todo, el despliegue defensivo del Sporting le privó de poder dar las luces a Cuéllar en todo el arranque. Aunque tampoco el equipo gijonés vio la cara del meta Álex Domínguez en un comienzo atragantado, esposado por los excesos de vigilancia. Insua e Izquierdoz avanzaban para estirar a su equipo. Y Cuéllar quitaba la respiración al personal en alguna salida aseada, pero al límite del 'harakiri'. Tuvo más de una.
Con el Sporting bajo sospecha en el partido, en un despeje manso de Izquierdoz, con varios futbolistas de Las Palmas en el perímetro, el Sporting se hizo el lío. Cote había quedado descolgado en el fuera de juego y Cardona entró de legal por su banda. Apuró la línea de fondo sin mucha presión de Guille y tuvo algo de potra al encontrarse el gol en su centro que desvió Izquierdoz, con todo el área sembrado de futbolistas de casa. Un martillazo desafortunado, pero confirmador de que el Sporting no andaba fino.
El tortazo apuró al equipo de Abelardo, que se lanzó un poco arriba, pero sin llegar a morder. Tuvo un acercamiento para el empate bastante potable, pero se anuló por una falta de Otero a Álex Domínguez, y un centro de Cote. Pero Las Palmas respondió con muy malas pulgas, en un zurriagazo al larguero de Álvaro Jiménez. El resto del tiempo lo repartió con largas temporadas de posesión para poner bostezo al partido y relajo en cualquier secuencia para rebañar tiempo, con alguna fuga aislada por la banda de Cote. Del lateral. Porque Aitor iba con el pie torcido. Y al otro lado, Otero tampoco fluía. Pedro y Zarfino empujaban, pero el balón regresaba en llamas, abrasivo. Cuéllar volvió a jugar con fuego, salvado por Pedro, y al intermedio se llegó con bronca para De la Fuente Ramos, muy contemplativo con Las Palmas y castigador con el Sporting, que se largó a la caseta con un canijo 36% de la posesión.
A la reanudación salió el Sporting rabioso, con una situación pintada para empatar. Un telegrama de Cote a Zarfino. Un centro tan preciso que el pie derecho del uruguayo llegó el balón solo con la inercia de la carrera. Pero la definición, cerca del punto de penalti, se fue a la grada. Siguió el Sporting igual de fallón con la pelota, lo que provocaba un susto tras otro. Las Palmas volvía a coger por la pechera al equipo de Abelardo con sus individualidades, que intimidaban. Y el Sporting se iba cargando de faltas y tarjetas para contenerlas. Un disparo de Moleiro se fue al larguero. Abelardo sacudió el once y metió a Jony y a Campuzano. Aitor y Cristo, a la ducha.
Las Palmas quitó graduación a los cambios con otra sobredosis de balón, enfriando el ambiente. El partido, bajo su control. Abelardo quitó a Pedro por Gragera, de vuelta a la competición, pero no varió ni una coma el rol secundario del Sporting. A remolque todo el tiempo iba el equipo, sin reacción. Sin poder hincar el diente a Las Palmas. Hubo un amago de noticia con un penalti claro de Álex Domínguez sobre Gragera anulado por otro fuera de juego claro del centrocampista. Campuzano, con un problema muscular, se fue llorando. Y Abelardo se jugó los diez últimos minutos con Carrillo y 'Milo'. El Sporting arreó con centros al área, pero ni con esas. Ni con el cabezazo de Gragera, saboteado por Álex Domínguez, que se iba a gol.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.