El Sporting gana fuera de casa por primera vez esta temporada

Pese a que el entrenador aseguró el jueves que tiene el total respaldo del club, lo cierto es que el fútbol es resultadista y una derrota en el Martínez Valero probablemente le hubiera costado el puesto. Por lo tanto, se esperaba un cambio de imagen radical del equipo para no empeorar el mal arranque liguero.

Su apuesta, la de José Alberto, fue la de hacer una revolución en el once inicial. Molinero ocupó el lateral izquierdo en lugar de Damián Pérez, Valiente regresó a la titularidad en lugar de Borja, Salvador se situó al lado de Javi Fuego en detrimento de Nacho Ménez e Isma Cerro estrenó titularidad en la banda izquierda para desplazar a Aitor a la derecha y dejar en el banquillo a Carlos Carmona. Un total de cinco cambios, ya que Manu García recuperó la mediapunta tras ausentarse por su convocatoria con la sub 21.

El canterano es indispensable en el Sporting, su rol no genera dudas. Es el mejor del equipo y cuantos más balones pasen por su poder, más peligro crea el conjunto rojiblanco. Autor del tanto de la victoria en la primera parte, Manu no lo dudó cuando recibió un pase de Aitor García en el área. Se dio la vuelta y fusiló con un derechazo a Badía. Pudo asistir a Isma Cerro y Uros Djurdjevic, pero firmó un extraordinario tanto. Consecuencia de la confianza que tiene sobre sí mismo y el gran momento personal que atraviesa.

El Sporting completó un aceptable partido en el Martínez Valero. La puesta en escena con Fuego y Salvador ayudó a que el equipo se mostrara más sólido y solidario en la parcela defensiva. Un hecho que evitó a que Diego Mariño tuviera excesivo trabajo.

Se cometieron errores desde el centro del campo, con errores de imprecisión por parte de los dos pivotes defensivos, pero por suerte para el Sporting se quedaron en nada. Babin y Valiente se mostraron seguros desde el primer minuto y ni Nino ni el exrojiblanco Yacine gozaron de oportunidades para marcar.

Sin apuros defensivos, quedaba por ver qué encuentro iban a completar los atacantes. Isma Cerro estuvo bastante activo en la banda izquierda, pero el mejor parado con los cambios realizados por José Alberto fue Aitor García. El extremo fue vertical y veloz y de sus botas llegaron las jugadas de mayor peligro. Avisó con un disparo cruzado nada más empezar que se fue rozando la escuadra derecha de Badía. Protagonizó dos buenas internadas desde la derecha para centrar dos balones que no encontraron rematador y asistió a Manu para que los tres puntos volaran para Gijón.

El único pero es que no cerró el partido en el segundo tiempo cuando Djurdjevic le dejó solo ante el meta rival. Por fortuna para el Sporting, no echó de menos su tanto que hubiera dejado sentenciado el duelo a falta de un cuarto de hora para el final.

El Sporting se estrenó a domicilio y lo hizo en el mejor momento. En medio de una crisis de resultados, los futbolistas dieron la cara. La alegría con el pitido final de los rojiblancos mostró la tensión acumulada en los últimos días. Sobrevive el cuadro gijonés y también lo hace su entrenador. Que la victoria no vuelva a ser un espejismo como ocurrió frente al Almería. Sería lo mejor para todos.