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En la víspera de su último partido como entrenador del Sporting, Miroslav Djukic hizo balance del cierre de temporada. Desde su motivación de cara al duelo de trámite frente al Huesca en El Molinón hasta su «correcta» relación con el presidente y ... la dirección deportiva. El técnico serbio abordó diversos aspectos, aludiendo a su futuro, la falta de gol que ha lastrado las aspiraciones rojiblancas y los «retoques» necesarios en la plantilla de cara al próximo curso para luchar con garantías por el ascenso a Primera.
«Con el paso del tiempo vas conociendo mejor a la plantilla, la ciudad y todo. Seguro que hay que decisiones que tomarías de otra manera, pero no sé si aún así nos hubiese alcanzado», expuso este mediodía el preparador balcánico, que asume como algo inherente a su oficio el fin de su ciclo en El Molinón. «En el fútbol las maletas de un entrenador siempre están hechas y preparadas», afirmó el exzaguero, que considera que le corresponde al club responder sobre la ausencia de una oferta para su renovación. En cualquier caso, indicó que no hubo nada anómalo en su vínculo con el máximo mandatario y el director deportivo: «No tuve ningún problema. Me dejaron hacer mi trabajo y me ayudaban en todos los sentidos».
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Descabalgados matemáticamente de la carrera por el 'play off' de ascenso en la penúltima jornada, el balcánico indicó que los rojiblancos se vieron lastrados por la falta de eficacia ofensiva, aunque reivindicó el buen hacer defensivo y considera que la actual plantilla puede opositar a ese objetivo con garantías el próximo curso «con algunos retoques». El preparador serbio aseguró que al actual vestuario rojiblanco no le falta liderazgo e incidió en su idea de que hasta los «equipos pequeños» se confeccionan para el ascenso porque en Segunda «todo el mundo pierde dinero, así que todos quieren subir a Primera para ganarlo».
«El Sporting es un histórico, un grande con una masa social importante y la plantilla siempre se hace para subir», sostiene el preparador rojiblanco, reacio a la idea de que mañana no habrá nada en juego. A su juicio, hasta en cada entrenamiento deben mantener el «prestigio profesional». «Se necesitan muchísimos años y muchísimas horas para tenerlo y luego se pierde rápidamente», expuso el balcánico. «Somos gladiadores y tenemos que entrar a defender nuestro orgullo en cada partido», apostilló.
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