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JAVIER BARRIO
Jueves, 28 de mayo 2020, 01:57
«Hemos hecho esa propuesta, que consideramos justa y que compensa la situación generada por toda esta coyuntura. A partir de ahí tendrá que ser el abonado el que opte o no por ella». Ramón de Santiago, consejero del Sporting y máximo responsable de ... su parcela jurídica, defendió ayer en una conversación con EL COMERCIO la propuesta de compensación trasladada el martes por el club para compensar a los abonados por el final de la temporada, con cinco partidos que se disputarán en El Molinón a puerta cerrada.
El planteamiento principal ofrece un 15% de descuento para los abonados que renueven, «con el mismo precio de abono por tercer año consecutivo», o un 20% fraccionado en dos temporadas, además de otros incentivos. La segunda solución está encaminada a indemnizar a los seguidores que no renueven, beneficiándose estos de un 'bono descuento' del 15% en entradas y otros productos del Sporting la próxima temporada. «Nuestra propuesta es con la normativa legal vigente», subrayó el consejero.
«La Liga nos pidió a todos los clubes que esta semana hiciéramos público el sistema de compensaciones», contextualizaba De Santiago, asegurando que el consejo de la patronal fue «buscar sistemas de compensación», más que una devolución de dinero. «Cada club elige luego en función de su situación», completaba. En ese consejo, y sobre todo en el marco del Real Decreto 11/2020, en su famoso artículo 36, se ha movido el Sporting para crear su paquete de medidas para contener la crisis: «Defendemos que restauran la reciprocidad de intereses del contrato. La solución compensa al abonado en la pérdida que ha tenido sobre los derechos que da el abono».
El planteamiento ha generado debate y crítica entre aficionados, pero no unanimidad ni una fórmula ideal entre expertos, que asumen que la situación de cada club es un mundo y que el desfase a futuro será importante en el fútbol, sobre todo en Segunda. Ya habrá un endeudamiento con el que lidiar dentro de «una situación sobrevenida». En el caso del Sporting, la estimación es que deje de ingresar unos 11 millones de euros con las previsiones de presupuesto que marca la Liga si permanece en la categoría.
«No todos los casos son iguales y hay clubes para los que los ingresos por abonos son más importantes que para otros», concluía un experto. «Las medidas del Leganés y el Getafe», ejemplificaba De Santiago, «suponen menos dinero y esfuerzo que la compensación que propone el Sporting». Estos dos clubes han anunciado renovaciones automáticas gratuitas. Al mismo tiempo, su músculo económico está en la televisión, con una dimensión social bastante diferente.
Mientras, Rubén Sánchez, portavoz de FACUA (Consumidores en Acción), manifestaba que «la gente tiene derecho a recuperar todo el dinero proporcional al número de partidos que no haya visto». Si no, a beneficiarse de medidas alternativas. «Y es decisión del consumidor aceptar la solución que plantea el club o no», añadía otro experto. Si este no estuviera satisfecho, remataba Sánchez, «hay que reclamar y el club tendrá 60 días para dar su propuesta alternativa. Si el abonado la rechazase en un plazo de dos semanas desde entonces, tendrían que abonarle el dinero».
El abogado gijonés Gonzalo Llano observaba que el Real Decreto es muy claro y que la disyuntiva está únicamente en si al abonado le interesa o no lo que plantea el club. «El Sporting hace la propuesta que cree conveniente como empresa, pudiendo gustar más o menos, y el consumidor puede aceptarla o resolver el contrato, con lo que tendrían que devolverle la parte proporcional del dinero, no hay más», sintetizaba, validando las dos alternativas.
El porcentaje para estas cinco jornadas que faltan en El Molinón se calcula en un 23,8% sobre el precio del abono. El Sporting defiende que con sus propuestas podría incluso estar por encima, teniendo en cuenta las otras medidas accesorias. «Esa horquilla del 15-20% es una compensación justa si no se asiste al estadio. El derecho de asistir, que es el más importante, se ve mermado, pero hay otros derechos que se pueden seguir disfrutando», insistía De Santiago.
Manuel Asensio, abogado especialista en derecho deportivo, entendía por su parte que el abonado tenía «derecho a pedir la resolución del contrato y el reembolso de cantidades», sin estar del todo de acuerdo con alternativas como la del Sporting. Consideraba, en ese sentido, que el Real Decreto invitaba «a una negociación, no a una imposición de una de las partes». Y por otro lado, decía, «el club no puede obligar a abonarse a la otra parte la siguiente temporada».
El Sporting, por contra, sostenía que su planteamiento no es exclusivo y que «el 95% de clubes seguramente van a proponer medidas similares», a lo que Ramón de Santiago añadía una batería de propuestas para la próxima campaña: «Vamos a mantener el precio de los abonos por tercer año y a poner en marcha medidas de ayuda a los desfavorecidos, a la gente afectada por el COVID-19, así como la búsqueda de fórmulas con entidades financieras para que el abonado pague el coste del abono de 6 a 9 meses, sin intereses adicionales». Con todo, reiteraba, «el quebranto económico, como pasa con otras empresas, nos ha llevado a tomar medidas drásticas, como la reducción de retribuciones, y otras acciones en vías de ejecución. Todo para salvaguardar los puestos de trabajo y mantener una plantilla competitiva».
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