«El Sporting le debe mucho a Juan Arango»

Familiares, amigos y sportinguistas despidieron ayer a Juan Pérez Arango, quien fuera presidente del Sporting entre 1999 y 2002, una época convulsa para la entidad rojiblanca, acuciada por notables problemas económicos. El funeral por el fallecimiento del que fuera máximo responsable del club lo ofició Javier Gómez Cuesta, párroco de San Pedro, quien se confesó «amigo» de Pérez Arango y para quien tuvo palabras de mucho cariño. «La ciudad y el Sporting le deben mucho», manifestó durante su homilía.

Como un hombre «entrañable» definió el párroco a quien fue presidente del Sporting, una persona «cariñosa con su familia» y con la que «daba gusto estar». En el ámbito deportivo, al que también se refirió Gómez Cuesta, le tocó a Pérez arango «una misión difícil: sacar adelante al club. Lo cogió en un momento muy difícil».

Juan Pérez Arango llegó a la presidencia del Sporting en 1999, sucediendo en el cargo a Germán Ojeda. Antes había estrechado lazos con José Fernández, quien también fue presidente y máximo accionista, a través de la empresa Ferpi. Cuando se hizo con las riendas del club la situación económica de la entidad era muy delicada y tuvo que buscar fórmulas para poder salvarla. De aquella época quedan «frases para la historia», recordó el párroco. Una de ellas es que le dijo a la entonces alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, después de una reunión de varias horas en la que aparecía ninguna solución viable. «Véndovos Mareo».

La familia y amigos de Juan Pérez Arango estuvo arropada por varias personalidades del ámbito social y deportivo. José Antonio Redondo, exjugador y exentrenador, y Eloy Olaya, un hombre que desde la cantera llegó al primer equipo y después trabajó como director deportivo, estuvieron presentes en una despedida a la que también se sumó Ángel García Flórez, expresidente rojiblanco, así como el abogado gijonés Viliulfo Díaz y el notario Ángel Aznárez. Por su parte, el presidente ejecutivo del Sporting, David Guerra, acudió durante la mañana al Tanatorio de Cabueñes a dar el pésame a la familia.