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I. ÁLVAREZ
GIJÓN.
Martes, 28 de septiembre 2021, 01:35
Entusiasmada con el equipo después de su magnífico comienzo liguero, que le ha catapultado a la cima de la clasificación, la afición del Sporting acumula motivos para la esperanza en una temporada marcada por el anhelado regreso al estadio. Tras recuperar su lugar en ... El Molinón. la hinchada rojiblanca cuenta los días para mostrar más allá de los confines asturianos su fidelidad al conjunto que dirige David Gallego y dar al mismo tiempo un paso más hacia sus tradicionales rutinas de fin de semana, desactivadas por la pandemia.
Los desplazamientos de la 'Mareona' se frenaron sin que sus protagonistas pudieran sospecharlo entonces el 29 de febrero de 2020, cuando el Sporting se enfrentó a la Ponferradina y dejó El Toralín con el regusto amargo de la derrota por la mínima (1-0). Más de año y medio después de aquel encuentro, se vislumbra la opción para zanjar ese paréntesis que mañana alcanzará los diecinueve meses. Lezama, escenario del encuentro de los gijoneses frente al Amorebieta. ya albergó a aficionados foráneos la pasada jornada ante el Eibar. En ese contexto, el club gijonés ha hecho una consulta a la entidad vizcaína para determinar si podrá contar con entradas para sus aficionados en el duelo de la octava jornada (sábado, 16 horas).
A la buena marcha del equipo se une la proximidad geográfica de Asturias con la localidad vizcaína para disparar los alicientes de un viaje entre la afición sportinguista que a priori no figuraba en las previsiones y ahora queda supeditado al visto bueno del club vasco. Algunas de las peñas no habían incluido entre sus desplazamientos el choque por su ubicación en el calendario, tras las restricciones de aforo establecidas para las jornadas iniciales del campeonato, que les habían impulsado a postergar la planificación de los desplazamientos hasta los partidos de la segunda vuelta.
El último choque del Amorebieta en Lezama lo presenciaron 1.236 espectadores, con más de un centenar de aficionados del Eibar. A pesar de que la ilusión desatada por el histórico ascenso a Segunda elevó el listón de la masa social del modesto club vizcaíno por encima de los 1.200 abonados, el aforo de las instalaciones del Athletic ha otorgado margen en la pasada jornada para aficionados visitantes. En Gijón se espera por la comunicación del club que ejerce como anfitrión el sábado para poder determinar si su afición puede concluir una larga travesía por el desierto y poder apoyar a su equipo a domicilio desde la grada para mitigar el empuje del factor ambiental con la ambición de estirar el buen momento que atraviesan los rojiblancos.
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