«El Sporting es algo más que un club y que un símbolo. Representáis todo eso»

«Imagino que habrá muchos enfadados después del fin de semana. Nosotros también lo estamos». El presidente ejecutivo del Sporting, David Guerra, incidió ayer en el mensaje que ya había trasladado el lunes, tras el Sporting-Albacete. Lo hizo con motivo de la visita de una delegación rojiblanca, encabezada por él mismo, al restaurante El Escanu de Lastres. La peña rojiblanca Manín de la localidad costera celebraba su diez aniversario y el club no faltó a la cita. Gaspar Campos y Pablo García, del primer equipo, y Joaquín Alonso y Redondo, en calidad de relaciones institucionales del club, completaron la expedición.

«Ellos nos defienden en el campo y nosotros lo hacemos fuera», profundizó el propio Guerra, en presencia de dos de los canteranos del primer equipo rojiblanco. «Se puede ganar o perder, pero representamos al Sporting», continuó en su mensaje el presidente, sin rehuir el embrollo en el que se encuentra el primer equipo. «Tenemos claro nuestro objetivo y nuestras expectativas y vamos a seguir trabajando más duro si cabe», remarcó.

Un mensaje secundado por el resto de la expedición rojiblanca que tomó la palabra en el local hostelero de Lastres. «El Sporting es algo más que un club y un símbolo. Y representáis todo eso». Fueron las palabras con las que Joaquín Alonso se dirigió a la nutrida representación sportinguista allí presente. Como jugador con más partidos con la rojiblanca, él mejor que nadie sabe que «el fútbol es complejo y no siempre un camino de rosas. Pero con vuestro apoyo, los resultados llegarán».

«Después de la temporada anterior, las expectativas eran altas. La situación no es la que queremos, pero estamos trabajando para que estéis orgullosos del equipo». Tampoco faltó la dosis de autocrítica en el discurso de Gaspar Campos. El canterano sportinguista, que hoy cumple 24 años, no pudo participar en el último duelo por una lesión muscular.

La alegría, aunque comedida, la representaba el presidente de la agrupación agraciada. «Hay que tirar para adelante, no queda otra», se sinceraba Alexis González. Y es que el sportinguismo, incluso en sus peores momentos, «siempre está ahí, al pie del cañón. Somos sufridores».

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