Día de fiesta también en El Molinón

Dos fueron los debutantes en el inicio liguero. Kravets se ocupó del lateral izquierdo, mientras que Fran Villalba intentó hacer olvidar la salida de Manu García al Alavés. El resto de incorporaciones tuvieron que esperar para estrenarse como rojiblancos. El inicio del encuentro para el Sporting fue prometedor. El equipo de Gallego no quiso defraudar a los 10.170 espectadores que regresaron a El Molinón y se adueñó del balón sin dar opciones al Burgos. El plan marcado por el técnico, el mismo que el de la pasada temporada. Guardar el esférico entre los pivotes y la defensa y esperar a encontrar el camino adecuado para dañar el rival.

Nacho Méndez y Gragera, que fueron los elegidos para comandar al equipo. Los dos movieron bien al rival con Kravets, en la izquierda, y Rosas, en la derecha, con bastante proyección ofensiva. El único pero es que sus centros pocas veces encontraron rematador en el centro del área.

Con el Sporting cómodo en el terreno de juego y con un Fran Villalba con ganas de agradar a su nueva afición como mediapunta, el Burgos dio el primer susto de la tarde. Cumplido el primer cuarto de hora, Mariño tuvo que hacer una parada de las que tiene acostumbrado al sportinguismo para evitar el gol visitante. Fue salvador ante el disparo de Navarro.

Los rojiblancos se enfriaron y tardaron en volver a marcar el ritmo del choque, pero cuando lo hicieron llegaron las mejores ocasiones. Djuka erró en un gran balón entre líneas de Nacho Méndez. El delantero se precipitó en su disparo desde la frontal del área cuando tuvo todo a su favor para marcar. Al equipo le sigue faltando pegada. Nada nuevo.

El tramo final del primer acto se desarrolló con el mismo guión con el que comenzó. El Burgos estancado en su terreno de juego en busca de un nuevo susto y el Sporting cómodo con el balón con Villalba buscando protagonismo entre líneas para asistir tanto a Aitor como a Gaspar Campos y Uros Djurdjevic. El debutante, un futbolista talentoso y con soltura con el balón en los pies, no tuvo fortuna en su labor de enlazar el centro del campo con la delantera, por lo que el descanso del enfrentamiento llegó sin goles en el estadio gijonés.

Poco varió el choque en el inicio del segundo acto. El Burgos alargó más el campo para tener cierta presencia en el campo rival, pero apenas pudo mantener la posesión del balón. Por su parte, el Sporting buscaba el gol ante un recién ascendido a la categoría que apenas estaba sufriendo en su área.

El tiempo transcurría sin acontecimientos de calado por lo que David Gallego realizó el primer cambio. Pedro Díaz suplió a Gragera cuando se cumplía el primer cuarto de hora de juego de la segunda parte. El Sporting necesitaba ser más vertical y sobre todo dar un punto más de velocidad al juego. En definitiva, Pedro salió para revolucionar el partido.

La revolución no tardó en hacerse notar. Pedro excitó a sus compañeros con cierta anarquía ofensiva que descolocó al rival. Fueron cinco minutos en los que el Sporting probó fortuna con un disparo de Aitor desde la frontal que se fue desviado por poco y se adelantó en el marcador con un gran cabezazo de Uros Djurdjevic.

Djuka sigue a lo suyo. Un centro desde la derecha de Aitor García lo cabeceó al fondo de la portería del Burgos para estrenarse como goleador esta temporada. Su futuro está en el aire, pero no le impide seguir acudiendo a su cita con el gol. El serbio no estaba cuajando su mejor encuentro, pero aprovechó la primera acción que dispuso tras el tiempo de descanso.

El choque no estaba concluido ni mucho menos y Mariño lo recordó con otra gran intervención. Una falta lateral cabeceada por Guillermo la despejó el meta gallego en la misma línea de gol. Una nueva intervención salvadora del de siempre.

Fue en la siguiente acción cuando José Luis Rodríguez y Cristian Rivera debutaron con la camiseta del Sporting. Gallego tiene más fondo de armario y quedó patente en el primer encuentro de la temporada. Fran Villalba abandonó el terreno de juego con una sonora ovación de su nueva afición. Se dejó notar y se le vieron detalles de calidad. La afición se lo recompensó con una gran despedida. Además, Aitor dejó su sitio a Rodríguez para estrenarse en la banda izquierda del Sporting.

Ambos vieron ya sobre el terreno de juego a Mariño salvando de nuevo a su equipo. Fue tras un saque de esquina. El meta despejó un disparo tras un rechace. Hizo lo que pudo para evitar el gol del empate burgalés. Al Sporting le tocaba sufrir porque su rival, con menos opciones de marcar, generó más peligro que los rojiblancos.

Para fortuna del Sporting, el remate de Claudio Medina no encontró la portería de Mariño. El choque se murió con un remate en el área pequeña rojiblanca que dejó helado a El Molinón.

El nuevo Sporting sufrió más de lo esperado, sobre todo en los instantes finales. Poco tuvo que ver la solidez defensiva de la segunda parte con la mostrada durante toda la temporada pasada. Mariño fue el mejor del choque porque evitó que el Burgos se llevara algún punto de Gijón.

De las nuevas caras destacó Fran Villalba, que parece que traerá alegrías desde la mediapunta. Kravets también estuvo a la altura en el lateral izquierdo con buenas internadas, aunque erró en los centros. En cuanto a Rivera y Rodríguez, apenas pudieron demostrar su fútbol porque disputaron el tramo final del choque en el que el Sporting defendió más que atacó y cerca estuvo de dejar escapar la victoria.

Lo mejor de la tarde dominical es que la afición volvió a El Molinón y que los tres puntos se quedaron en Gijón. La mejoría en las dos áreas es la primera tarea del curso para David Gallego.