El Sporting brinda por Mareo

De entrada, aunque Albés metió mano, revolucionó e hizo debutar a tres futbolistas en el once del primer equipo del Sporting (el canterano Álex Oyón, Kembo y Mbemba, estos dos sin minutos hasta ayer en el fútbol profesional), en el resto de líneas hubo reparto entre meritorios y potenciales titulares. El salto de Dubasin al campo refrendó que el vigués no se tomó la eliminatoria como un 'bolo'. Hizo sus cálculos para tener buenas piernas pasado mañana ante el Cádiz y, a la vez, mantener vivo el fuego en la Copa. Los andaluces, tras golear al Jaén el martes, vivieron el miércoles en bata y zapatillas.

El partido se desperezó tenso, con mucho balón largo. Aunque el Sporting trataba de ponerle el cinturón de seguridad y segar césped. Cargaba por la banda de Dubasin. El Numancia se revolvía con vigor y pelotazos hacia Dieste y Delgado, peloteando a la nuca del punta local. Queipo, generoso y buscador de una oportunidad, vivía en una mudanza constante. De quita y pon con Oyón dentro de un guion de juego áspero por la burbuja que llevaban los de casa. Maras y Kembo, desajustados, trataban de hacer equipo a todo gas en un arranque incómodo por la presión del Numancia. El dúo de 'torres' se fue serenando en el choque.

Al Sporting le costó un mundo entrar en calor, limitado a las aventuras en solitario de 'El Pingüino' y, sobre todo, Queipo. Petr vivía el reencuentro con su exequipo sin apenas curro, salvo por un centro de Cote que cabeceó Caicedo centrado. Una primera aproximación para abrir boca, con una buena maniobra previa de Queipo, pero sin mucha chicha. Algún suspiro más disparó una embestida de Dubasin, en una situación pintiparada, tras un envío del otro lateral, Kevin. Pero 'El Pingüino' giró demasiado el cuello en el remate de cabeza y el balón salió tirando besos al poste derecho de Petr.

Crecía el equipo. Nada del otro jueves con el balón, poco engrasado. Pero empezó a dar las luces largas a Petr. Mientras, el Numancia, enchironado arriba, tuvo un único acercamiento murmullante. Un córner botado por Seguín, con una melé dentro del área del Sporting y el balón dándose un peligroso garbeo, confirmó el músculo de los locales en la ejecución de las estrategias, con muchas pantallas y gresca. Situaciones a evitar.

Mbemba, algo revolucionado y en alerta amarilla tras la primera media hora, trataba de sobresalir vestido de Olaetxea. Y Oyón, mejor entre líneas, dejaba alguna diablura para la retina de Albés. También Queipo, el más intentón del Sporting y abrochando una buena ocasión. Un zurdazo roscado, parabólico, que salió zumbando muy cerca de la escuadra.

Con todo, poco del Sporting, nervioso y rígido con la pelota. Más enérgico con Kevin Vázquez y, sobre todo, Queipo. A la caseta pudo irse la tropa de Albés con ventaja, pero Caicedo tuvo un error de bulto. Televisó un pase de la muerte a Dubasin, listo para embocar, con los dos encarando a Petr. El envío del ecuatoriano fue tierno e infantil y el ruso agradeció el indulto. Una primera mitad mate. Pero sí, enganchando ocasiones para descorchar y con Christian Joel 'cubito'.

La continuación siguió atragantada, pero con una pizca más de mando del Sporting, que tuvo su primera aproximación en un remate mordido de Oyón, compinchado con Queipo, el más incisivo y presente. 'El Buitre' de Mareo dejó su huella en el partido, confirmando su buena relación con el gol, con el descorche que llegó tras un centro de Queipo. El canterano, listo como el hambre, se anticipó a su marcador y embocó, deshaciendo el nudo del partido. El Sporting, brindando por Mareo. Oyón siguió creciendo y Moustapha le frenó por las malas, librando por los pelos la tarjeta.

Albés ya había empezado a abanicar a su equipo, con la entrada de Campuzano por Dubasin. A Caicedo, gris en el partido, se le anuló un gol por falta previa tras un saque de esquina de Cote. Aunque el agarrón con el rival era recíproco. Albés comenzó a pensar en bajar la persiana y retiró a Lander Olaetxea y Dubasin. 'Campu' pudo sentenciar en el final y Jony paladeó la prórroga, perseguida hasta la bocina con Petr de rematador.