El Sporting se blinda ante nuevos contagios

Con Mareo bunkerizado casi como en 2020, la plantilla, el cuerpo técnico y los empleados presentes en la dinámica del primer equipo se sometieron a los controles de detección de la covid. Nacho Méndez, Kravets, Babin, Cuéllar y Marc Valiente fueron los primeros en llegar y encabezaron el goteo de reencuentros. En las instalaciones rojiblancas apenas permanecieron unos minutos para realizar el test de antígenos y la prueba PCR, antes de emprender la vuelta a casa con una bolsa con la ropa de entrenamiento para la sesión matinal que se desarrolló con los protagonistas vinculados de forma telemática a partir de las once.

Tras conocer los resultados en antígenos y ante la previsión de que el diagnóstico de la PCR desde el laboratorio se demorase llegó el cambio de escenario. Se suspendió el entrenamiento vespertino previsto en Mareo, estructurado en varios campos y con grupos de un máximo de ocho jugadores, para dar paso a una nueva sesión en los domicilios al detectarse varios positivos en los test rápidos.

El impacto del virus respecto a la semana anterior se elevó ligeramente, aunque el club tomó la decisión más cautelosa y decidió aguardar a refrendar esos contagios con los resultados de las pruebas PCR, de mayor fiabilidad, para comunicar la situación general de la plantilla. En la vertiente esperanzadora, un futbolista contagiado durante la pasada semana, de los tres que comunicó la entidad, dio negativo en el test rápido y se confía en que la PCR confirme que ha superado la enfermedad para finalizar su período de aislamiento.

La presencia en el encuentro ante el Lugo de los contagiados no está totalmente descartada, pero hay un margen muy estrecho. Pocos días, que obligan una rápida evolución para eliminar la carga vírica y dar negativo en otra prueba PCR para poder entrar en la convocatoria.

La mañana de ayer en Mareo fue intensa para los servicios médicos rojiblancos. Al filo de las diez aparecieron de forma escalonada en Mareo los miembros del cuerpo técnico encabezado por David Gallego, el último en someterse a los exámenes médicos. Departió con el jefe de los servicios médicos del club, Antonio Maestro, y con el analista Marcos García antes de regresar al coche para dirigirse a su domicilio.

El segundo entrenador rojiblanco, Toni Clavero, no pudo acudir a Mareo. Necesita el resultado negativo de la PCR a la que se sometió ayer en Barcelona para emprender viaje a Gijón. Tampoco estuvo 'Puma' Rodríguez, que contaba con permiso del club para retrasar unas horas su vuelta. El panameño aterrizó en Asturias en el ocaso de la tarde y le efectuarán hoy (8.30 horas) los controles médicos.

Jordi Pola, César García, Santamaría, Mecerreyes, Enol Coto, Trabanco, Nacho Martín, Joel Jiménez y Javi izquierdo fueron los futbolistas del filial alistados para integrarse ayer a la burbuja del primer equipo, que volverá a ejercitarse esta mañana en sus domicilios. Cuando reciban los resultados de las PCR, los jugadores libres del virus tomarán parte a las cuatro y media de la tarde en el campo número 2 de Mareo en la primera sesión sobre el césped. Cuarenta y cinco minutos antes pasarán un nuevo test de antígenos para evitar contratiempos.

E l virus está haciendo mella en varios clubes de la categoría. El Ibiza, último rival liguero del Sporting, detectó nueve positivos, que se unen a los ocho comunicados la semana posterior al partido ante los gijoneses. En total, un brote con once jugadores, cinco miembros del cuerpo técnico y un empleado, Eibar, Oviedo, Ponferradina, Amorebieta y Huesca también notificaron contagios ayer en un accidentado regreso.