Babin se pierde la recta final de la temporada tras confirmarse su rotura fibrilar

Sustituido al filo de la media hora del partido del pasado lunes en Almería, tras sentir un pinchazo en un esprint con Ramazani, el central corre el riesgo de haber disputado esta semana su último partido oficial con la camiseta del Sporting. El contrato del veterano zaguero expira el próximo mes de junio y aunque en el tramo inicial de la temporada la firme intención del club era ampliar ese vínculo, el desarrollo del campeonato ha dejado en revisión esa continuidad. La situación del equipo, con la permanencia en Segunda todavía por certificar, ha pospuesto casi todas las conversaciones con los jugadores para evaluar sus encajes en el proyecto para el curso 2022-2023.

El caso de Babin no es una excepción y a sus 35 años, con cinco de los seis últimos en Mareo, está abierta la opción de la despedida, por la profunda remodelación que el club gijonés pretende acometer en la retaguardia este verano para recuperar la fiabilidad defensiva perdida en la presente campaña. Titular en 31 de las 37 jornadas ligueras disputadas hasta la fecha, el galo se ha afianzado en los planes de David Gallego primero y en los de José Luis Martí en las últimas semanas, pero a la conclusión del campeonato su nombre es uno de los que se pondrán sobre la mesa dentro de un amplio análisis para reconstruir el equipo.

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Los cuatro centrales que integran actualmente la primera plantilla terminan contrato y por el momento ninguno tiene garantizada su continuidad. Pieza fundamental en la línea defensiva desde que regresó de su cesión del Maccabi Tel Aviv en 2018, Babin podría verse privado de cerrar sobre el césped un ciclo de cinco campañas compuesto por 170 partidos oficiales con la camiseta del Sporting. Desde que solventó un desencuentro con Miguel Torrecilla, exdirector deportivo del club gijonés, para cerrar su regreso a Mareo y después de llegar a buen puerto unas negociaciones para la renovación que se enquistaron en 2019, el internacional por Martinica siempre ha superado la treintena de partidos por curso. El zaguero se ha amoldado bien a la vida en Gijón y dentro de sus planes de futuro está la posibilidad de fijar su residencia en Asturias después de colgar las botas.