El siguiente objetivo del Sporting es amarrar el fichaje de un defensa polivalente que pueda actuar tanto en el centro de la defensa como en el lateral diestro. El nombre que está sobre la mesa de la dirección deportiva es Miguel Loureiro, futbolista con un año de contrato aún en el Huesca que ha destacado en la última temporada bajo las órdenes de José Ángel Ziganda. El técnico navarro empleó al defensa gallego tanto en el lateral derecho como en el centro de la defensa, incluso, como central diestro en una línea de cinco. Un comodín que puede venir como anillo al dedo para los planes rojiblancos.
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El cuadro rojiblanco, después de las incorporaciones de Bernal y Olaetxea, sigue buscando en Segunda futbolistas de un determinado perfil: libres, baratos y con experiencia. Son tres características que cumple bien Miguel Loureiro (Cerceda, 1996). Su carrera guarda similitudes con la trayectoria de los ya citados Olaetxea o Bernal. Pico y pala hasta hacerse un sitio en la élite en una edad ya avanzada. No le importa al Sporting esta circunstancia. Todo lo contrario. Sabe de las aspiraciones de este tipo de futbolistas, importantes tanto dentro como fuera del campo.
Loureiro destacó en el Lugo justo la temporada después de la marcha de Albés. En el Huesca fue capaz de convertirse en una referencia, resultando insustituible por el cuerpo técnico. No es extraño que haya despertado el interés de varios equipos de la categoría por lo que cotiza al alza. Su baja ficha y su polivalencia le hacen una pieza apetecible para varios de los candidatos de Segunda. Sin embargo, existe un problema y ese es el año de contrato que le queda con el cuadro oscense. El Sporting estaría dispuesto a subir notablemente la ficha que tiene en la actualidad pero eso no es suficiente, ya que el Huesca está empeñado en percibir una compensación para dejarle marchar.
El Sporting conoce el escenario y no es extraño que tenga un 'plan b' por si no cuaja la negociación, según han confirmado diversas fuentes. No obstante, la primera opción, como informó en exclusiva EL COMERCIO, es Miguel Loureiro y una de las opciones que está sobre la mesa es repetir la fórmula que utilizaron para hacerse en propiedad con Sergio Bermejo, aunque este fichaje se frustró finalmente en la noche del lunes.
El Zaragoza, club de procedencia del mediapunta madrileño, también se enrocó y pidió el pago de una cantidad para dar la carta de libertad a un jugador que, conviene precisar, no entraba en los planes del actual cuerpo técnico maño. El Sporting, al objeto de desbloquear el pase, aceptó incluir una cláusula que permitirá al Zaragoza recibir una cantidad de dinero en función de los objetivos que cumpla el club rojiblanco. Es decir, si el Sporting asciende, el Zaragoza podría obtener un importante pellizco económico. Finalmente, esto no pasará porque las negociaciones entre clubes no llegaron a buen puerto y Bermejo no jugará en el club gijonés.
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En el caso de Loureiro, se podría buscar una alternativa similar, compensando al Huesca en el caso de las metas que alcance el equipo gijonés esta misma temporada. El hecho de que el agente del futbolista sea el asturiano Eugenio Botas, representante también del entrenador rojiblanco, Rubén Albés, puede allanar el camino hacia un acuerdo. El propio técnico reconoce que al equipo, una vez cerrada la incorporación de Bermejo, aún debe reforzarse con otras cuatro piezas y aspira a que Loureiro pueda ser una de ellas dado el encaje que tendría en sus planes.
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