Javi Fuego intercambia impresiones ayer con José Alberto y Cristian Salvador. ARNALDO GARCÍA
Sporting

Sporting | El equipo se aferra a la estadística

Confía en repetir la buena dinámica de los dos últimos años tras el derbi en el Tartiere. La delicada situación en la tabla, a tres puntos del descenso, obliga a repetir la tendencia positiva, con el techo de los doce partidos que Baraja estuvo sin perder en 2018

JAVIER BARRIO

GIJÓN.

Jueves, 21 de noviembre 2019, 01:51

Está por ver qué digestión del último derbi ha hecho este año el Sporting, que atraviesa un momento de incertidumbre, pero que en las dos últimas temporadas salió disparado del Carlos Tartiere desde la nada más absoluta. La dolorosa derrota ante el eterno rival ha supuesto en el trayecto más reciente, en una gran paradoja, el comienzo de un renacimiento. Tras una derrota en Oviedo ya resurgió en el curso 2017-2018, por ejemplo, con una inercia exageradamente alcista de la mano de Rubén Baraja. Con el técnico a los mandos y un espléndido Jony liderando sobre el terreno, el equipo encadenó en la segunda vuelta doce jornadas consecutivas sin perder, con su momento más superlativo reflejado en aquellas ocho victorias seguidas que le permitieron llegar a liderar la tabla en Segunda División. Nunca ha estado tan cerca del regreso a Primera en estos tres años, entronizado tras tocar fondo y obrar una remontada desde aquel amago de catástrofe en Oviedo con el doblete de Mossa (2-1).

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No le fue nada mal tampoco a José Alberto, sustituto de Rubén Baraja, tras la derrota del curso pasado (otro 2-1). Aunque los dirigentes ya lo tenían meditado antes del desenlace del partido, la decisión de cambiar de entrenador se adoptó en el corazón del Tartiere. Al día siguiente se oficializaría la subida de José Alberto, bendecido en sus primeras semanas por tres victorias y dos empates. Otra vez desde una derrota en Oviedo. En los otros dos precedentes que existen en el siglo veintiuno, el Sporting siempre ha logrado puntuar en la siguiente jornada al partido de Oviedo, aunque en estos dos casos hubo matices. En la 2002-2003 se repitió el clásico resultado de los dos últimos años (2-1) y, a raíz del tropiezo, el Sporting se tiró seis jornadas sin perder, pero con menos subida de volumen: únicamente consiguió salir victorioso de una jornada, empatando en los cinco partidos restantes. Un año antes había ganado el equipo rojiblanco (0-2), pero, después de sumar un punto en la siguiente jornada al paso por el Tartiere, el Sporting perdió.

El paisaje del presente es distinto al que describe esta caprichosa tendencia. Contra esos cuatro precedentes, la compañía de José Alberto arañó el pasado domingo un punto ante el Oviedo, pero que no le sacó de pobre, más bien al contrario, prolongando el discreto momento del proyecto, que ahora mismo se encuentra a tres puntos del descenso a Segunda B. Mañana buscará ese obligado impulso ante el Tenerife (El Molinón, 21 horas), el primero de los cinco rivales a los que se medirá el Sporting en este final de año, y que ha perdido en sus cuatro últimas visitas a Gijón.

Torrecilla, junto a José Alberto

El partido de este viernes, en el regreso del equipo a El Molinón, es de vital importancia para el proyecto, que necesita urgentemente sumar de tres y volver a retomar el pulso de la competición. En el club hay preocupación, pero se confía en el resurgir del Sporting en este tramo final de 2019. De no ser así, en Mareo comenzarán a adoptarse medidas de calado para buscar un cambio de rumbo para no descolgarse definitivamente de la pelea por los objetivos.

En un momento de evidente crisis, Miguel Torrecilla volvió a respaldar ayer a José Alberto durante el entrenamiento a puerta cerrada, que el director deportivo siguió en directo desde un discreto segundo plano. A la conclusión, junto al técnico Javi López, mantuvo un encuentro con el entrenador, con el que intercambió impresiones sobre la situación actual.

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