«El significado que tiene ser el más longevo es especial»

Fue en la polémica celebración de Joni Montiel, quien festejó con rabia su gol delante del portero, en señal de burla, lo que El Molinón recriminaría durante todo el partido al mediapunta. Cuéllar, curtido por la experiencia y que casi para el penalti, ni se inmutó. No le concedió más importancia. No se salió de un partido que ya forma parte de la historia. De la suya. Y de la del Sporting.

Cuéllar salió al campo con la pose de concentración de siempre, saludando a la grada en un día muy especial. Entre los aficionados se encontraban su hija Valeria, su hijo Enzo y su mujer, Vanessa. Hizo el ritual de siempre en la portería. Un salto en el centro de la misma y a calentar. Luego, en el partido, no tuvo que realizar intervenciones de mérito, pero se vio sobresaltado por el cañonazo al larguero de Pablo Martínez y los bombeos al área del lateral Son. Trabajo no le faltó antes del homenaje final.

En la soledad de El Molinón, con las luces bajando de intensidad y ya sin fútbol, Cuéllar regresó al campo escoltado por los dirigentes del club. «Estoy muy halagado. Me siento muy afortunado... No sé cómo coger lo de ser el jugador más longevo en vestir esta camiseta, pero ya de por sí vestirla lo dice todo», acertaba a comentar al final del partido. Antes, a pie de campo, se había fotografiado con sus dos hijos, acompañado por David Guerra y Gerardo García, recibiendo una camiseta especial: 'Hombre récord', se podía leer en la parte trasera. Por supuesto, con el '1'.

«El significado que tiene esto (ser el jugador más longevo) es especial, porque implica entrar en la historia de un club que para mí es el más importante de mi vida», subrayó 'Pichu' Cuéllar, historia del Sporting. Y ahí expuso su deseo de «intentar incrementar esa cifra, seguir, porque estoy muy ilusionado».