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Kravets, uno de los destacados, frena a un futbolista rival. J. C. TUERO
Sporting

Aitor García: «Hemos sabido controlar el partido, es importante empezar con buen pie»

Asistente en el gol del triunfo, señala que «se nota muchísimo» la afición y Guille espera que pronto pueda entrar «mucha más gente»

I. Á.

GIJÓN.

Lunes, 16 de agosto 2021, 01:47

Con la satisfacción doble de inaugurar la temporada y reencontrarse con su afición, en un paisaje deportivo más cercano al que presentaba El Molinón antes de que la pandemia de coronavirus vaciase sus gradas, los jugadores del Sporting dieron por bueno el agobio final ... por el empuje del Burgos en un duelo con marcado sello anfitrión. «Fue un partido en el que tuvimos el control, el Burgos estaba encerrado en su campo. Al final pudimos conseguir los tres puntos y llevarnos una victoria muy importante», valoró Guille Rosas, que creció viviendo domingos en el estadio gijonés y ahora disfruta de ellos desde el carril derecho de la zaga.

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«Poder jugar con nuestra gente, con todo lo que nos apoyan y todo lo que sufren con nosotros, es muy importante. Ojalá pudiera entrar mucha más gente, que nos ayudaría mucho en los próximos partidos», proclamó el zaguero forjado en Mareo, que deslizó su incomprensión respecto a la disparidad de aforos en comparativa con otros eventos. «Se nota muchísimo ese aliento de la gente», afirmó su socio en el costado derecho ayer, Aitor García, asistente en el gol que desniveló el partido. «Aportamos todos cuando se puede», indicó el extremo onubense, que destacó el rendimiento del equipo, especialmente el ofrecido durante la primera mitad.

«Los hemos tenido en bloque bajo y hemos sabido controlar el partido», expuso el andaluz, que no ocultó que los rojiblancos tuvieron que sufrir «un poco» durante el tramo final para mantener su ventaja. «Al final siempre te aprietan», indicó Guille Rosas, que reconoció que los burgaleses les pusieron «en apuros» con varios saques de esquina. «Lo importante son los tres puntos y empezar con buen pie», destacó Aitor García, que conjugó la alegría personal con la colectiva. «Cuando las cosas no salen bien, uno se va mosqueado. Siempre que el equipo gana, uno se va contento», aseguró.

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