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El guardameta Rubén Yáñez (Lloret de Mar, 1993) es, hasta el momento, el único refuerzo del Sporting para el nuevo curso. Consciente de la responsabilidad que supone defender la portería rojiblanca, repasa su trayectoria y sus aspiraciones en esta nueva etapa durante la concentración ... del equipo en México.
-¿Qué tal sus primeros días en el Sporting?
-Muy contento y con mucha ilusión, porque considero que es un club grande y que es donde se pueden hacer grandes cosas. Aunque es complicada la Segunda División, estoy en el sitio adecuado.
-¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol en Girona?
-Empecé a jugar en el club de mi pueblo, de Lloret de Mar, y, cuando acabé cadete, el primer año de juvenil, pasé al Girona y lo que sí es verdad es que ya competí en el División de Honor, aunque era de primer año y la verdad es que hice una temporada muy buena. Ya empecé a entrenar con el primer equipo y la cosa empezó a ir en serio. Me acuerdo que en Navidad el director deportivo me comentó que el Madrid andaba detrás y que si quería hacer unas pruebas, aunque por exámenes y demás tuve que esperar.
-La portería no fue su primera opción cuando empezó.
-No. El primer año, con ocho años, cuando te apuntas con los amigos, que pasas de jugar en el patio del colegio a un club, empecé de mediocentro. Pero en esta temporada solo teníamos un portero y, en un partido, lo expulsaron y me puse yo. Empecé a pararlo todo y dije esto es lo mío (risas). El agradecimiento de los compañeros y las felicitaciones me motivaron bastante. Estuve un tiempo pensando y le dije al coordinador de cantera que iba a probar de portero. Al siguiente año empecé y hasta ahora.
-Como juvenil recala en la cantera del Real Madrid. ¿Cómo se vive a esa edad?
-No es nada fácil porque dejas tu casa, tu familia, en una edad complicada. N eres mayor todavía, ni tan pequeño. Te vas a un sitio con muchísima competencia y, quieras o no, hay presión. Estás en el mejor club y es difícil gestionar irte a vivir la primera vez fuera de casa y dejar atrás familia y amigos para dedicarte profesionalmente al fútbol, que era el sueño y el objetivo.
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-Allí coincidió con Zidane.
-Sí, en su primera etapa como entrenador en el Castilla. Hicimos un año bueno y personalmente competí con regularidad y eso me posibilitó dar el salto al primer equipo.
-Con los grandes nombres del Madrid, cuando todavía era muy joven...
-Sí, con apenas veinte años entras en un vestuario donde te encuentras a Cristiano Ronaldo, Modric, Kross, Kovacic, Pepe, Sergio Ramos... Antes de dar el salto subes de vez en cuando a entrenar, pero no es lo mismo que ya estar en el vestuario. La recepción fue espectacular. Me quedo mucho con la calidez con la que me recibió Marcelo, que fue clave. Había compañeros que ya conocía como Lucas Vázquez y Álvaro Morata, que te acercan al vestuario, pero, de las grandes figuras, Marcelo fue una persona clave en mi interacción en el vestuario y aún hoy mantengo relación con él y nos escribimos a pesar de la distancia. Estás en una película, pero llega un momento en el que te adaptas y dices, no, ya estoy aquí.
-La película es la realidad.
-Sí y en el fondo es como un vestuario más a la hora del compañerismo. No hay egos como puede parecer desde fuera. Era un vestuario muy amistoso y muy informal. Pasé muy buenos años allí.
-Y llega una etapa en que pasa por varios equipos en poco tiempo. ¿Cómo le afecta?
-No fue fácil. Tenía ganas de salir por el simple hecho de competir y ser protagonista en la portería. Tenía claro que en el Real Madrid venía de la cantera y sobre todo en la posición de portero es mucho más difícil. Tampoco fue una salida fácil porque hubo varios conjuntos y mil historias. Una vez fuera, lo que he ido aprendiendo con los años es que es una posición que se requiere bastante experiencia y mucha responsabilidad. Salir y no jugar fue una gestión bastante difícil de asimilar. Hay que ser muy fuerte a nivel mental.
-Y eso no se entrena.
-No, es a base de golpes.
-En el Málaga, al final, encuentra su sitio y empiezan a salir las cosas bien.
-Eso es. Tenía claro que en el momento en el que pudiera tener mi continuidad iba a mostrarme. Sabía que tenía cualidades de sobra porque lo que no se ve es lo que hay detrás de los partidos, el trabajo diario. Tenía el nivel suficiente, pero no conseguía esa posición de titular para mostrarme. En Málaga es donde más he disfrutado desde que salí del Madrid.
-Lo peor es que coincide su mejor momento con un equipo que se va al pozo. ¿Difícil?
-Bastante, por la responsabilidad individual y porque estás defendiendo a una ciudad y un club grandes y con una historia tremenda. Estar todo el año con esa presión de intentar salir es difícil. La afición es la que más sufre, pero es muy difícil de gestionar.
-Surge la oportunidad del Sporting. ¿Cómo fue?
-Antes de acabar la Liga había varios equipos interesados porque se preveía la posibilidad del descenso y que me quedara libre. Pero le dije a mi agente que no quería saber nada hasta que acabara la temporada. Tenía la fe y la creencia de que nos podíamos salvar, pero la Segunda es así. Al acabar tenía un par de ofertas y estaba intentando orientarme por una cuando de repente apareció el Sporting. Me llamó Gerardo García y me dijo que me quería convencer.
-¿Fue fácil?
-La verdad es que cuando te llama el Sporting te hace pensar. Tengo la cabeza en un lado, pero es el Sporting y te hace dudar y cambiar todo. Gerardo me vino a visitar y me mostró lo que es el club desde dentro y el proyecto, que es muy ambicioso. Pensé que aquí es donde voy a estar mejor, en un club grande, que es lo que a mí personal y profesionalmente me motiva.
-¿Habló con algunos compañeros antes de decidirse?
-No, no quería andar preguntando más allá de consultar con los más cercanos, familia, amigos y mi mujer. Quise que fuera una decisión mía completamente.
-Llega a un equipo que ha tenido porteros que han marcado una época, como Mariño y Cuéllar.
-Sí, han sido imagen de la portería del Sporting y han tenido una papel muy importante en el club. Espero no ser menos. Mi objetivo y mi ambición me llevan a intentar dar lo máximo de mí e intentar ser una personalidad importante para el club. En eso me voy a enfocar.
-¿Cómo ha sido su aterrizaje en el vestuario?
-Muy bien, hay un ambiente muy bueno.
-Es usted la única cara nueva.
-Sí, pero ya conocía a Insua y a Fran Villalba, del año pasado en Málaga. Hay grandes personalidades como Cali, Juan Otero y demás, que me han recibido de un forma espectacular y eso refleja un poco el ambiente y el positivismo que hay. Desde el principio me he sentido muy cómodo dentro del vestuario.
-¿Cómo ve aquí a Fran Villalva tras la salida del año pasado?
-No conozco bien la historia, pero lo que sí sé es que es un futbolista con muchísimo talento, que lo demostró sobre todo en la última fase de la temporada pasada. Creo que en el Sporting aportaría muchísimo, igual que lo hizo en el Málaga.
-¿Qué compañero le ha sorprendido durante estos días de concentración?
-A nivel general veo un gran compromiso de todos y un gran nivel.
-Eso choca un poco con la clasificación del curso pasado.
-Sí, pero al final aprendes que los resultados también pueden engañar. En Málaga teníamos, uno por uno, muy buenos jugadores, con Rubén Castro ahí arriba que era un referente, y la temporada salió como salió. El fútbol es injusto en ciertos momentos y nunca sabes lo que puede pasar.
-¿Qué le ha parecido Gijón como ciudad en estos primeros días?
-Siempre que había venido a jugar me parecía un sitio maravilloso. He nacido en pueblo de mar y me encanta la mar. He intentado descubrirla un poco estos primeros días y estoy seguro de que voy a estar muy cómodo.
-¿Ha notado ya el cariño de la gente?
-Sí, ves que se te quedan mirando porque te reconocen y hablan entre ellos, pero siempre muy respetuosos.
-Conoce El Molinón como visitante y ahora defenderá la portería local.
-Espero hacer buenos partidos en casa. Sacar victorias en casa tiene que ser algo precioso y es lo que mueve al futbolista de elite. Esa sensación de un estadio lleno que te anima, te apoya y encima les devuelves el cariño con una victoria y tres puntos. No tiene precio.
-¿Le gustaría tener una relación larga con el Sporting?
-Desde luego. Entiendo que el Sporting es un equipo de Primera División y ese es su sitio, por historia, por estadio y por afición. Todos queremos, afición y jugadores, ascender, que es el objetivo de competir en Segunda División, aunque por lo complicado de la categoría no puedas fijarlo como meta final ante lo que pueda pasar. Hay que ganar cada partido.
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