Rubén Albés, en la víspera del partido crucial del Sporting ante el Tenerife: «Hemos encontrado soluciones. Me veo con muchísima fuerza»

Rebosaba este viernes Rubén Albés confianza e ilusión a partes iguales en la víspera de uno de los partidos más trascendentales del curso para el Sporting de Gijón. «Cuando no ganas y no estás en tu mejor momento todos lo sentimos y nos responsabilizamos de las situaciones, pero eso hay que cambiarlo». El gesto del vigués durante toda la comparecencia fue diametralmente opuesto al que ofreció el domingo pasado en El Alcoraz, a la conclusión del partido: «Cuando uno tiene pasión creo que es normal. Era una mezcla entre frustración y mosqueo».

Seguramente confiando en que esa metamorfosis que él abanderó desde la sala de prensa se contagie al resto de la plantilla, el entrenador rojiblanco pronunció uno de sus discursos más optimistas. «Siento que mañana vamos a ganar», proclamó durante una de las preguntas. Con los pies en la tierra y consciente del momento que atraviesa el equipo, no fue la de este viernes una ocasión en la que Albés buscase culpables ni razones más allá de los suyos. «¿Estrés? Nos lo hemos buscado y tendremos que convivir con él», reflexionó.

La semana para él no ha sido fácil. Cuestionado tras la mala racha del equipo, mantuvo el lunes una reunión con David Guerra y Gerardo García, en la que ambos le mostraron su confianza en el trabajo que viene desarrollando. «Hemos encontrado muchas soluciones a determinados aspectos», explicó antes de decir que se siente «con muchísima fuerza porque odio perder». Albés acuñó un par de veces en su discurso la importancia de «volver a los orígenes». Una expresión que el técnico justificó así: «Hay que hacer las cosas sencillas, desde un sentimiento colectivo. Aquí no hay héroes, no hay salvadores; cada uno tiene su rol».

Varios colectivos de aficionados han lanzado comunicados y hecho llamamientos de cara al duelo. «Siempre que la gente se movilice es positivo», consideró el entrenador del Sporting, deseoso de que «la gente nos empuje. Y que cuando acabe el partido, si no les hemos satisfecho, que nos peguen una pitada de miedo. Los reproches tienen que llegar luego, ahora tenemos que juntarnos y empujar. Los primeros, nosotros como equipo». Dijo no sentir el encuentro como un ultimátum, aunque «entiendo que esto es fútbol».

El miércoles sorprendía programando una doble sesión de entrenamiento. «Cuando las cosas no salen hay que trabajar más y mejor». Su respuesta más escueta fue cuando se le preguntó por un escrito para la ocasión. «'El Principito', mi libro favorito».

Albés le restó importancia a la posibilidad de empezar el encuentro más cerca del descenso, en caso de que el Eldense saque adelante su duelo en Cartagena: «Prefiero no saber su resultado. En el vestuario no hay un policía pendiente de los móviles, pero no tenemos que tener el foco en el Eldense. Estamos en una situación comprometida, pero pendientes de nuestro rendimiento».

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