Revolución de Abelardo en El Alcoraz para sobrevivir

La batalla por la permanencia está servida este sábado. A la misma hora que el Sporting jugará la Real Sociedad B ante el Fuenlabrada, descendido. Y a media tarde, el Amorebieta visitará Almería y el Málaga recibirá al Oviedo. Casi nada. El equipo rojiblanco se irá a la cama hoy resoplando aliviado o castañeando los dientes por una situación aún más dramática, gestada en una espantosa temporada. Pero en la hora más sombría para el Sporting, el líder de los 'guajes' ha llegado otra vez con la corneta en la boca para intentar librar un descalabrado histórico y de consecuencias imprevisibles.

La dinámica que se ha encontrado Abelardo, que conoce de 'pe a pa' la plantilla, sin necesidad de atender las dudosas recomendaciones que recibió Martí a su llegada, es aterradora. Un equipo que ya siente el soplido en la nuca del descenso, del que está distanciado por menos de cuatro puntos (la Real B tiene el 'golaverage' ganado), que llega a Huesca después de tres derrotas consecutivas y que solo ha ganado un partido en 76 días.

El planteamiento de 'El Pitu' para su 'estreno' promete cambios y una puesta en escena diferente ante el Huesca, un oponente que navega sin objetivos ya esta temporada, con cincuenta puntos en el bolsillo. El equipo de El Alcoraz ha sido designado, por un tramo caprichoso y definitivo del calendario, como juez del descenso, enfrentado estas tres próximas jornadas al Sporting, Amorebieta y Real B.

El debate en la portería está abierto. La llegada de Abelardo abre la puerta a Mariño, sin descartar a Cuéllar. Es la única cuestión que 'El Pitu' dejó para consultar con la almohada, toda vez que la suplencia de Villalba dependerá del físico de 'Puma', duda. Y seguramente habrá también un cambio de sistema, con Aitor atacando con Djuka, a la espera de ver el encaje de Pedro.

Al otro lado del campo estará el Huesca de Xisco Muñoz. A la chita callando, el técnico ha ido estirando el pescuezo de su equipo en la tabla. Aunque, tipo honesto, ya ha verbalizado que no seguirá. Su equipo pelotea salvado, invocando reconstrucción, aunque aún lejos de ir en chanclas. Como advertencia, su camino reciente. Solo ha perdido uno de sus siete últimos partidos. Seoane amenaza, con Escriche y el regreso del quirúrgico Mateu.