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El Sporting ha decidido afrontar una reforma en profundidad del terreno de juego de El Molinón, que implica el vaciado de las distintas capas hasta una profundidad de entre 65 y 70 centímetros y que supone también la renovación de los drenajes. Se trata de ... una operación de envergadura que el club solo ha acometido en dos ocasiones en los últimos cincuenta años: en 1972 y en 1998. La dimensión de los trabajos queda de manifiesto en el cálculo de que será necesario remover 10.000 toneladas de materiales, el equivalente a 400 camiones bañera para su traslado.
Las obras, según ha confirmado el club, comenzarán el lunes 12 de junio y el campo estará listo para la primera jornada de la próxima temporada, independientemente de que al Sporting le toque jugar en casa o fuera. Antes, el campo número 2 de Mareo, lugar habitual de entrenamiento del primer equipo, se someterá a una operación similar, cuyas obras comenzarán ya este próximo lunes, con el equipo ya de vacaciones.
El club ha encargado ambas actuaciones a la empresa vasca Laziturri y los trabajos serán afrontados con los fondos CVC. Aunque no ha trascendido el coste presupuestado de estas obras, empresas del sector sitúan la actuación en el estadio entre los 450.000 y 500.000 euros, mientras que la obra del campo 2 de Mareo, en 300.000, teniendo en cuenta que esta última implica un vaciado de menor profundidad, hasta unos 30 centímetros.
La renovación del terreno de juego de El Molinón supone levantar el césped y las capas inferiores hasta los drenajes para hacerlo todo de nuevo. La última vez que se hizo fue en 1998 y ocasionó un choque entre el club y el Ayuntamiento por la celebración de un concierto de Alejandro Sanz a finales de agosto, poco después de finalizados los trabajos. El club temía que se produjeran daños irreparables.
Desde entonces, los únicos trabajos que el Sporting ha desarrollado son los regenerados de tepe necesarios, que implican pinchar y mantener el césped. Solo en 2002 y en 2017 se realizaron labores de decapado, lo que implicó levantar la parte vegetal y la capa fina de la arena inferior para su renovación total. Se trata de una operación que los clubes de fútbol profesionales suelen acometer, si no anualmente, cada dos o tres años, como mucho, y a la que el Sporting, con una economía maltrecha durante muchos años, no prestó la atención requerida por los expertos.
En 2017 también se cambió el drenaje y se actualizó el sistema de riego a través de zanjas abiertas en el campo, una operación que realizó, por unos cien mil euros, la empresa gijonesa Jarpa, encargada del mantenimiento de El Molinón y Mareo desde 2006 hasta la actualidad.
En estos años, el club ha optado por soluciones temporales ante los problemas puntuales, pero la falta de renovación de las capas inferiores del terreno son las que siguen generando problemas por su compactación, que dificulta el enraizamiento de la hierba, y la acumulación de materia orgánica, fuente de hongos y enfermedades, como la 'pycularia' que afectó al inicio de esta temporada a una de las áreas.
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