Un regreso repleto de interrogantes para el Sporting

Conscientes de que la pandemia impregna de suspense todo lo que está ligado a lo grupal, los seguidores aguardaban una directriz de las autoridades que esclareciese las condiciones para el reencuentro con su equipo. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, fue la encargada de anunciar que se había alcanzado un consenso entre Comunidades Autónomas para que el fútbol profesional se regulase por un 40% del aforo en los estadios. Ese porcentaje no permite cubrir el volumen de la masa social rojiblanca.

Como mínimo, más de cuatro mil abonados no podrán seguir desde la grada la apertura del campeonato liguero frente al Burgos el domingo de la próxima semana. El Molinón cuenta con más de 29.000 asientos, pero esas restricciones harían descender su capacidad por debajo de los 12.000 y el club aguarda una comunicación oficial que espera próxima para conocer con precisión el criterio de metro y medio entre cada asistente al partido, porque por la dimensión de las instalaciones podría situar el aforo por debajo de los 10.000. La entidad necesita conocer aún con exactitud esos requisitos para poder poner en marcha un dispositivo con semejanzas al empleado en la jornada final del último campeonato liguero por las exigencias de las autoridades deportivas y sanitarias. En esa fecha, la agrupación entre convivientes permitió que no se viese tan mermada la afluencia de público.

El criterio con el que se trabaja desde el Sporting es que sean los aficionados que renovaron su carné con la 'Opción A' quienes estén presentes en la puesta de largo oficial de la temporada frente al Burgos. Por el gran ritmo de la campaña de abonados, con más de 12.000 seguidores que ya se han decantado por esa propuesta para mantener su fidelidad al equipo un año más, la entidad tendrá que afinar esa fórmula y recurrir a la antigüedad de ese vínculo para establecer el corte que determine el público presente en la jornada inaugural.

El baremo de Sanidad, que será revisado en la última semana de agosto, ha levantado ampollas en algunos clubes. El Zaragoza, que había alcanzado un acuerdo con el Gobierno de Aragón para que las gradas de La Romareda estuviesen al 75% de su capacidad en el arranque de la nueva temporada, fue el primero en mostrar su desacuerdo de forma pública, aunque la medida ha tumbado las previsiones en más equipos.

En el Principado se barajaba emplear al menos la mitad del aforo total y con la disminución finalmente adoptada el Sporting, salvo catarata de ausencias previamente notificadas, no podrá acoger a aquellos aficionados que ya se han abonado sin estar el pasado curso vinculados al club. Los cánones para el acceso al estadio engloban para los rojiblancos sus dos primeros compromisos como locales, a la espera de despejar algunas incógnitas y con la esperanza de que la cifra se eleve en septiembre.