Ramírez pone fin a una etapa «única» como entrenador del Sporting: «Mi decisión no hubiera cambiado por subir»

Emocionado, entre lágrimas y arropado por buena parte de la plantilla se despidió esta mañana Miguel Ángel Ramírez del Sporting. El que fue entrenador rojiblanco durante el pasado año y medio se va satisfecho tras un periodo de mucho «desgaste» en el que considera haber contribuido a crear una estructura en el club para «estar más cerca de Primera División. Se han creado unas buenas bases para que otra persona pueda ahora liderar y culminar lo que queremos».

El ya exentrenador rojiblanco, cuyo destino parece estar en el Al-Whakrah catarí, puso más el foco en el trabajo interno dentro del club que en los resultados deportivos, agradeciendo a jugadores, empleados y directivos su trabajo durante este periodo. «Cote dijo que había que profesionalizar Mareo y eso hicimos».

La etapa de Miguel Ángel Ramírez no comenzó de la mejor manera, con un equipo agarrotado que se encontraba en la zona baja de la clasificación. Desconocido en España, el técnico consiguió salvar al equipo y, tras los cambios del verano, llevarlo a disputar el 'play off' cuando pocos pensaban que se podían alcanzar esas cotas deportivas. «Yo y el cuerpo técnico hemos entablado una relación personal y profesional de alta calidad con los empleados, los directivos y cada uno de los jugadores a los que he tenido la suerte de entrenar. Ha sido un regalo de la vida ser entrenador del Sporting y una decisión muy difícil la de salir».

La marcha de Miguel Ángel Ramírez, según explicó, tiene mucho que ver con la exigencia de un club «gigante». «Nos hemos dejado todo, nos hemos emocionado juntos, en las victorias y en las derrotas. Siento que hemos conectado como solo se conecta cuando se pone pasión en lo que crees. Eso también es ganar. Quiero que sepan que este cuerpo técnico que dirijo es ahora mucho mejor que cuando llegamos a Gijón».

El «desgaste» al que se ha visto sometido un entrenador alabado por su capacidad de trabajo ha sido intenso. La exigencia del Sporting, un club con mucha historia y una gran masa social, ha causado mella. «Ha sido un año y medio de mucho crecimiento y también de mucha exposición. Suelo guiarme por el instinto y creía que un año y medio aquí era suficiente». A lo que no cerró la puerta el preparador canario es a volver al club. «Espero y deseo volver. Estoy enamorado de este club, de esta ciudad y de Asturias, que es un lugar magnífico para vivir».

Una mención especial tuvo el exentrenador rojiblanco para la afición, que ya en octubre empezó con los recibimientos al equipo, que se ha volcado y que acompañó a la plantilla por toda España. «He llorado mucho estas semanas en casa, es difícil no emocionarse con la afición. No voy a volver a vivir nunca algo parecido. Quiero agradecerles el cariño y el respeto, nos han impulsado a brillar en el campo».

Las referencias a la afición y a su implicación con el equipo han sido una constante en la estancia del entrenador canario en Gijón. En un vídeo publicado por el Sporting y filmado en el vestuario del Stage Front Stadium después de que el equipo quedara apeado del 'play off', Miguel Ángel Ramírez lanza un emotivo discurso a los empleados de la entidad, los directivos y los jugadores. «Nunca he tenido un grupo así. Han despertado a un gigante dormido y han hecho soñar a una ciudad. Sigan, porque esto no para. Este club debe seguir creciendo y volver a donde le pertenece, que la Primera División».

La marcha de Miguel Ángel Ramírez deja ahora un hueco importante en la estructura del club, que se mantiene a la espera de la decisión de Rubén Alvés, el candidato que más gusta en Mareo. Quien ocupe su posición tendrá el reto de, al menos, igualar las cotas alcanzadas por el preparador canario.

La despedida de Ramírez estuvo llena de emoción: abrazos con los jugadores y directivos, más de una lágrima y también muchas sonrisas. Buena parte de la plantilla estuvo presente en un acto al que también se sumó Pedro Díaz, que el pasado verano se fue traspasado al Girondins de Burdeos. La salida del técnico canario se cerró con una serie de fotos de recuerdo en el césped de El Molinón, donde, tras la descarga de emoción, todo fueron sonrisas y bromas. «Gracias al Grupo Orlegi y a todas las personas que forman parte del Sporting, sois fundamentales. Desde hoy me siento un sportinguista más. Gracias Asturias, gracias Gijón y ¡puxa Sporting!».

El club, por su parte, mantiene conversaciones con varios entrenadores para suceder al canario en el banquillo. El mejor situado es el gallego Rubén Albés que, como informa EL COMERCIO, ha celebrado reuniones con representantes del club gijonés. Sin embargo, el problema del extécnico del Albacete es que está explorando opciones para dirigir en Primera la próxima campaña.

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