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La expectación en Mareo era máxima para descubrir un poco más con detalle al nuevo delantero del Sporting. Tras completar su segundo entrenamiento con sus nuevos compañeros, Mario González se vistió con el chándal oficial del equipo. De verde botella, con detalles en negro, se ... presentó el nuevo artillero en sociedad junto al presidente ejecutivo, David Guerra.
El máximo mandatario del Sporting fue el encargado de abrirle las puertas, darle la bienvenida y agradecerle el esfuerzo realizado para firmar por el Sporting. Tras sus palabras, llegó el turno de 'El Pistolero'. La primera impresión que deja el burgalés es la de un hombre con ideas claras y gran personalidad. Un futbolista viajado y experimentado en el fútbol profesional de varios países al que, asegura, le ilusiona el objetivo de ascender a Primera División con un club histórico como el Sporting.
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En sus primeras intervenciones, Mario reconoció que «tenía la decisión tomada de venir a Gijón hace diez días, pero me tocó esperar en casa a que se cerrara el acuerdo». El jugador aguardaba en Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja. Una localidad situada en la provincia de Burgos de poco más de 4.000 habitantes. Desde su casa a Gijón hay un total de 233,3 kilómetros. Son los que, desveló el nuevo rojiblanco, recorrieron Miguel Ángel Ramírez y Gerardo García para convencerle de incorporarse al Sporting. «Igual cuento algo que puede ser íntimo, pero no creo que pase nada». Con estas palabras comenzó el delantero a relatar los días previos a su contratación. «Ramírez tuvo un papel fundamental en mi fichaje. Fue a verme a mi pueblo, junto con Gerardo. Es la primera vez en mi vida que el entrenador viene a verme. Me convenció con la charla que tuvimos. Ha sido una persona muy importante en todo esto. Le agradezco el esfuerzo que hizo».
Poco más de dos horas y media en coche para convencer a Mario González de que su mejor opción era el Sporting. El esfuerzo mereció la pena. En aquella charla, Ramírez le expuso sus necesidades para cubrir en este mercado. Pese a que aterrizó en Gijón hace tres días, el preparador aún no ha mantenido ninguna conversación posterior con su nuevo fichaje: «No he hablado nada con él, pero me imagino que me pedirá ser una referencia ofensiva y un jugador de área porque es lo que estaba buscando para reforzar la plantilla».
Cuestionado por sus capacidades como jugador, Mario fue contundente. «Yo creo que le puedo dar lo que quiere porque esas son mis características», explicó un convencido burgalés sobre el papel que puede desempeñar en el Sporting.
El nuevo delantero rojiblanco es un enamorado del fútbol. Hasta tal punto que, como indicó ayer, «no lo considero un trabajo». Su explicación es que lo considera una forma de vida: «Siempre he intentado transmitir esta idea. Me dedico a esto 24 horas y es como tiene que ser. Ver fútbol, analizar tus propios partidos e intentar mejorar. A eso es a lo que me dedico. En este caso soy así, lo vivo de una forma muy intensa. Soy un apasionado».
Con la mira apuntando ya a Tenerife, Mario desea ser convocado este fin de semana para poder estrenarse con su nuevo equipo en un estadio conocido para él. El destino ha querido que pueda enfrentarse al único conjunto en el que militó en Segunda División. De marcar, no sacará las 'pistolas' a relucir. «Ojalá me estrene con un gol, pero por respeto no lo celebraré. Creo que el respeto es lo primordial en el fútbol. Allí en Tenerife recibí mucho cariño y me trataron muy bien», apuntó.
En cuanto a la segunda mitad de temporada y su rol en el equipo, el futbolista no quiso marcarse ningún objetivo. Tampoco en cuanto al número de goles que firmaría anotar con la camiseta rojiblanca. «No me gusta ponerme un número. Soy más del trabajo diario y de hacer las cosas bien. Todo ello lleva a generar y marcar goles. Voy a darlo todo en cada entrenamiento y en cada partido. Los números llegarán con el trabajo bien hecho», respondió a la pregunto. Un discurso muy similar al de Ramírez.
Su estado físico es una incógnita. Mario lleva parado más de un mes por la finalización de la Liga en los Estados Unidos. Un hecho que no parece preocuparle. «Llevo tres semanas haciendo las cosas bien, pero no es lo mismo que trabajar en grupo. Voy a necesitar un tiempo de adaptación. No suele tener problemas en ese sentido porque es una de mis virtudes. La adaptación será más rápida de lo que la gente puede pensar», subrayó en la sala de prensa.
La idea de 'El Pistolero' es la de permanecer en Gijón y en el Sporting el mayor tiempo posible. Para ello necesitará conseguir el ascenso a final de temporada. Un objetivo que obligaría al club a ejercer la opción de compra acordada entre ambas parta. «El contrato habla por sí solo de mis intenciones. Si he venido con una opción de compra con el ascenso es porque quiero que se dé ese caso. Me quiero quedar en Gijón mucho tiempo y cumplir el próximo contrato que está apalabrado, pero no solo depende de mí. No es fácil, pero lo vamos a luchar. Luego ya veremos a dónde llegamos», indicó el nuevo y único fichaje del Sporting.
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