El primer cambio de césped en 114 años

La obra que proyecta el Grupo Orlegi, que pretende trasladar el nuevo rectángulo de juego varios metros a la derecha del campo original, con la creación de un estadio nuevo, abre de par en par las puertas del debate sobre si el futuro Molinón seguiría siendo el campo más antiguo de España. A priori, no, por las experiencias que hay con proyectos muy similares que han sufrido traslados igualmente cercanos. Por ejemplo, el viejo San Mamés, que vivió sus últimos años pegado al nuevo, perdió su historia centenaria con el cambio, aunque fuera por una cuestión de metros.

El rectángulo de juego de El Molinón nunca se ha movido en 114 años, quedando recogido en 2016 como el campo más antiguo de España en la lista representativa del Patrimonio Deportivo Histórico del Mundo, del Bureau Internacional de Capitales Culturales. Sí han experimentado muchos cambios sus gradas, no el campo. «Estoy en contra de esta aberración», protestaba ayer Víctor Díaz, abonado y uno de los principales estudiosos de la historia del Sporting, muy crítico con el primer boceto del proyecto de Orlegi. «No tiene sentido, tampoco lo del nombre comercial. Una primera fase de un mundial no justifica esto. Y Gijón y El Molinón ya forman parte de la historia de los mundiales. Orlegi solo busca un balonazo urbanístico con esta disculpa. ¿Cómo se va a hacer y permitir esta barbaridad?», se preguntaba, opinando que «si se lleva a cabo esto, efectivamente dejaría de ser el campo más antiguo».

Por el momento, sin cerrarse a retocar la propuesta, Orlegi defiende en líneas generales que su proyecto piensa en «mantener la tradición» porque, añade, El Molinón «es uno de los estadios más icónicos del fútbol, el estadio más antiguo de España, y eso se mantendrá». El grupo mexicano quiere recuperar algunos detalles históricos en esa nueva infraestructura, como la desaparecida puerta de entrada al campo, el histórico escudo ubicado en las alturas de la grada norte o la esencia de la 'Tribunona'. Son ideas que se barajan, pero que no están definidas de momento.

«Nosotros no sabemos cuál es el proyecto y, por lo tanto, debemos de ser cautelosos. Sí consideramos que hay que explorar la posibilidad de mantener el terreno de juego donde ha estado siempre, reformando de forma integral las gradas, pero preservando el campo», solicita la Asociación Anselmo López, el colectivo más activo en cuanto a la defensa de la memoria histórica del Sporting. «No somos arquitectos ni técnicos y, si el estudio dice que no se puede hacer nada con las gradas actuales, no hay más que discutir. Pero perder la condición de campo más antiguo después de presentar una candidatura que se basó en esto es un poco incoherente», apostilla.

Por eso reivindica un proyecto sobre esa base: «Si se puede hacer un estadio nuevo manteniendo el terreno de juego, sería una mezcla entre lo tradicional y lo moderno». El proyecto mundialista para La Romareda, que data de 1957, se levanta sobre ese planteamiento. Se edificará en el mismo sitio que el actual. Mestalla y El Madrigal, ubicados desde 1923 en el mismo sitio, observan con ojos golosos ese primer puesto. Aunque el campo del Valencia plantea otro cambio de domicilio por el Mundial.