«Cada partido en casa siento ese hormigueo en el estómago»

Manu García vive entre sensaciones encontradas en sus primeros meses desde su vuelta al Sporting, con una alegría por su regreso a Asturias que no alcanza a ser completa en el plano colectivo por los resultados. Sobresaliente el pasado domingo ante el Racing, dejó El Molinón con el enfado que le produjo el empate cedido en un duelo «para irse al descanso con el partido casi cerrado».

«Son detalles, no estamos teniendo la suerte que creo que nos merecemos», indicó ayer en una entrevista en 'Deportes Cope Asturias' en la que reiteró que asume la exigencia de estar en la parte alta de la tabla y defendió el estilo que pretende afianzar José Alberto López, convencido de que conseguirán que «la gente vibre con el equipo» y los buenos resultados llegarán en el curso de su estreno a orillas del Piles. «Estoy disfrutando mucho. Cada partido que vamos a jugar en El Molinón tengo esa sensación que llevaba tiempo sin tener, ese hormigueo en el estómago tan necesario», aseguró el talentoso centrocampista, «encantado» en un vestuario convertido en «una piña espectacular» volcada con Djurdjevic, «más cabreado que nadie» por las ocasiones de gol marradas.

Con la ilusión intacta en el equipo, Manu García confesó que sintió «liberación» con su primer gol en El Molinón al sentenciar el triunfo sobre el Albacete y regateó cualquier debate acerca de su posición óptima sobre el terreno de juego. «El míster me conoce incluso mejor que yo a mí mismo», señaló el canterano rojiblanco, que apostilló que «poco a poco» está alcanzando su «mejor versión».

Sportinguista nacido y criado en Oviedo, aludió a su «rivalidad sana» con el club carbayón y el cariño que ha hecho que sus amigos azules celebrasen su primer gol en El Molinón. «Era la oveja negra del colegio y de la clase», señaló jocoso antes de bromear sobre el domicilio familiar de los García Alonso, aledaño del Carlos Tartiere y el Hermanos Llana: «Vivía enfrente del campo del Astur».

Incluido de nuevo junto a Nacho Méndez en una preconvocatoria de la Selección Sub 21, esta vez para los duelos de octubre ante Alemania y Montenegro, Manu aseguró que sería «de película» compartir vestuario con el luanquín internacionalmente. «Es algo bonito y solo con estar ahí ya es importante», aseguró.