Un partido de los que hacen afición

Musculado por el subidón del derbi, el Sporting de Rubén Albés se planta hoy en El Sardinero (18.30 horas) con la intención de levantar el puño y dar oficialidad a su crecimiento. Aunque completar una buena faena ante el Racing no resulta coser y cantar últimamente para los gijoneses, con cuatro derrotas consecutivas en los últimos enfrentamientos. Pero hoy, con esos aires renovados que fluyen en el ambiente, tiene otra reválida para equilibrar la tendencia ante un oponente sin dobleces, que compite a pecho descubierto con José Alberto. Una maquinaria engrasada y generosa que no se guarda nada, brindándose al intercambio de mamporros a un ritmo brutal. Un rival de ida y vuelta que llega enrachado –dos victorias en las dos últimas jornadas– e invicto tras los cuatro primeros partidos.

En definitiva, un examen de altura al que asistirá la 'Mareona', sin límites, regateando las consecuencias de la reducción en la grada visitante de El Molinón. El sportinguismo se ha buscado la vida como ha podido para no perderse una de las citas clásicas del año, que comenzará, como ya es costumbre, con la liturgia festiva en el barrio de Cañadío. Tantas vías ha explorado la 'Mareona' para rebañar entradas que resulta difícil realizar una estimación de cuántos sportinguistas estarán repartidos por la grada de El Sardinero. Pero los 2.000 como punto de partida no parecen una exageración.

El duelo se las trae por la tarjeta de presentación del Racing de José Alberto y Pablo Álvarez, de reencuentro con el Sporting. Uno de los proyectos más golpeadores de la categoría. Su media es de dos goles por partido, a lo que suma que parece haber encontrado el punto de madurez al buen juego desplegado el curso pasado, cuando se quedó fuera del 'play off' en la última jornada. Mucho tendrá que cuidar el retrovisor el equipo de Rubén Albés, que no realizará cambios extraordinarios con respecto al once titular del derbi. Sí es obligado el meneo a la defensa, con la búsqueda de un acompañante para Curbelo tras la lesión de Diego Sánchez, el único que se quedó ayer en tierra. Será Róber Pier, Maras o, incluso, Olaetxea, lo que parece más rocambolesco. Pero es una vía que ya ha explorado el técnico gallego esta temporada.

Para la reflexión queda también César Gelabert, quien comienza a alcanzar un estado de forma óptimo y que tarde o temprano entrará en el once, y, por supuesto, Campuzano. El delantero más eficaz hasta el momento de la plantilla, meritorio siempre en estas cuatro jornadas desde el banquillo y que, salvo sorpresa, comenzará la tarde de miranda. Igual que Jordy Caicedo, la anunciada gran novedad en la convocatoria. El delantero ecuatoriano fue alistado ayer para viajar por primera vez a un partido oficial con el Sporting, que ha ido de menos a más en este mes que va de competición, con la explosión festiva del derbi.

Esa imagen notable aspira a conservar hoy Rubén Albés en Santander, un verdadero campo de minas para el Sporting por los precedentes: solo ha sido capaz de lograr una victoria en El Sardinero (la temporada 2019-2020) en los últimos 31 años. La empresa tiene miga y un contendiente vertical, plagado de buenos peloteros de segunda línea como Andrés Martín, el siempre volcánico Íñigo Vicente y, por supuesto, el desequilibrante Pablo Rodríguez. Un habilidoso mediapunta canario, propiedad del Lecce italiano, que amenaza con ser una de las revelaciones del año. Eso sin olvidar a Arana, claro. Duda esta semana por un golpe, el delantero de Las Palmas ha encontrado en Santander el ecosistema perfecto para hacer explotar su fútbol.

Como Albés, ventilando piernas en algún momento, José Alberto ha consolidado un once que tendrá como principal retoque la entrada del canterano Mario por Saúl, 'ex' del Sporting, que se perderá el choque por sanción. Baja en un duelo que promete ser recreativo, generoso, con poco cálculo y con goles: cinco ha recibido el Sporting, cuatro, el Racing.