![«Ojalá que el Sporting quiera que vuelva algún día, se está trabajando muy bien»](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2024/03/18/92718912-ksbD--1200x840@El%20Comercio.jpg)
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A mediodía, Manu García (Oviedo, 1998) descuelga el teléfono desde Tesalónica para atender a EL COMERCIO y charlar, entre otras cosas, de su Sporting. La escala es obligada entre pregunta y pregunta de su vida en Grecia. Rojiblanco insobornable, el sábado por la noche, sin ... ir más lejos, se retorció de los nervios para terminar festejando el triunfo ante el Alcorcón. Por lo demás, el hoy mediapunta del Aris de Salónica, cerca ya de recuperar el mejor tono de su fútbol de alta escuela, está de regreso tras superar la grave lesión de rodilla que sufrió en enero de 2023.
–Tocando madera, ¿recuperado ya al cien por cien?
–Estoy bien. Aún me cuesta un poco porque, por mi forma de jugar, es complicado estar al cien por cien rápido. Pero cada vez me noto mejor.
–¿Cómo recuerda la lesión?
–Fue raro. Nunca había tenido nada gordo. Lo máximo que tuve fue una lesión por un problema un isquio. Era un partido de Copa y, de repente, fue como si me desconectasen la rodilla. Escuché un chasquido grande y algo raro. Pero no me imaginaba que fuera para tanto. Fue más el crujido que el dolor. De hecho, seguí jugando unos cinco o diez minutos más. En el club no estaban ni preocupados. Pero al día siguiente ya no podía ni apoyar el pie.
–¿Cómo encajó la noticia de que se había roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla?
–Ahora que sé lo que es, si me vuelve a pasar, se me caería el mundo encima. Entonces fue raro. Me lo comunicó Gonzalo Revuelta. Hice aquí, en Grecia, la resonancia. Pedí las placas y, antes de que el radiólogo del club me llamase, se las pasé a 'Gonza', con el que tengo muy buena relación. Al momento, ya me dijo. Fue difícil de asimilar.
–¿La recuperación ha sido más dura en lo mental?
–No. Fue duro en general. Encima tuve que someterme a otra cirugía, porque no sabíamos qué estaba pasando, y ahí sí que tuve un poco de miedo a todo. Pero por lo demás, Antonio Maestro me ayudó desde el principio. También Gerardo, un 'fisio' de la clínica de Eduardo Álvarez, Víctor, de la clínica J. L. Martínez... Todos me dieron mucha confianza. También notaba muy estable la rodilla. ¿Miedo a que vuelva a pasar? No tengo. Pero espero que no pase, claro.
–Dio el pase del gol para la clasificación de su equipo para la final de Copa que disputarán ante el Panathinaikos.
–Se me juntaron a la vuelta partidos de Copa y liga. Nos metimos en la final de la Copa y han ido bien estos últimos partidos.
–Está jugando de '10', ¿no?
–Sí, de enganche. Tengo bastante libertad, bajando mucho a recibir. Me dan mucha confianza.
–¿Es su posición ideal?
–Depende de cómo juegue el equipo. Como todos, dependo mucho de los compañeros para asociarme y jugar, de si el equipo tiene más o menos posesión. Aquí nos cuesta igual en algún partido tener el balón y bajo un poco más al centro del campo.
–¿Sigue en contacto con Gerardo García?
–Sí, me escribió hace poco. Cuando volví a jugar, me felicitó. Tengo muy buena relación con todos ellos. Y con la mayoría del equipo, por supuesto. Tengo muchos amigos y sigo en contacto.
–¿Volverá al Sporting?
–Lo dije cuando me fui: ojalá se dé. Lo saben en el Sporting, no hace falta decirlo. Ojalá se dé y que el club quiera. Sé que están trabajando muy bien.
–¿Tendría que ser en Primera?
–No, no. En el escenario que sea y que a las dos partes les parezca bien. Cuando me fui, lo hice pensando en que ojalá las cosas se hubieran dado de otra manera. Me habría gustado disfrutar un poco más de jugar en el Sporting y con aficionados en el campo. Para mí fueron seis meses con gente en el campo, pero, luego, llegó la covid y estuvimos con El Molinón vacío mucho tiempo.
–¿Hasta qué punto le da rabia que le haya coincidido una época tan convulsa con su estancia en el Sporting?
–Me da mucha rabia, sobre todo en ese segundo año con Gallego. Hicimos una temporada buenísima, estando todo el año en 'play off'. Se nos escapó en la última jornada. Con gente habríamos disfrutado mucho. Este año, por ejemplo, la afición está muy metida. Me da rabia haber disfrutado de El Molinón tan poco. Me quedó clavado.
–Se fue con cuentas pendientes, como el ascenso.
–Eso es. Desde el principio, la idea del club era ascender. Lo tuvimos cerca ese año.
–El Sporting aún conserva un 25% de sus derechos.
–Sí. Una pequeña parte de mí todavía está ahí. Media 'patuca' la tengo aún en el Sporting (risas).
–En 2021 se convirtió en el primer internacional absoluto del Sporting con España después de una sequía de veinticinco años. ¿Cómo lo recuerda?
–(Risas). Fue un poco como fue, cuadró un poco todo. En el papel quedará escrito y a mis nietos les contaré que sí que lo fui. Un poco 'batallero', pero ahí queda, sí.
–Fue por un positivo de Busquets que obligó a confinar a los jugadores de la absoluta y a que ese amistoso contra Lituania lo disputasen los Sub 21, pero el partido fue reconocido por FIFA, UEFA y Federación.
–Tengo un recuerdo muy bonito, no puedo decir otra cosa, aunque da rabia que esto no fuera en otra época. Todo estaba muy condicionado por la covid.
–¿Mantiene el contacto con Luis de la Fuente?
–Le escribí cuando pasó a ser el seleccionador para darle la enhorabuena. Siempre confió en mí. Creo que de los seleccionadores que tuve fue el que más me utilizó. En la Sub 21, cuando más posibilidades tenía de llamar la atención, me dio galones. Le estaré siempre muy agradecido.
–Vaya lío se ha montado con la no convocatoria de su amigo Brahim con España y su decisión de jugar con Marruecos...
–Me parece llamativo. Es un jugadorazo. Que España no lo haya intentado aprovechar, me llama la atención. No sé hasta qué punto es verdad lo que se dice o lo que no. Últimamente no he hablado con Brahim y no sé más. Pero si él lleva yendo con España desde pequeño, me imagino que tendría más ganas de ser convocado con España. De todas formas, las cosas se dan como se dan y él sé que tiene mucho cariño a Marruecos por la familia.
–¿Ha vuelto a El Molinón?
–Sí, sí. Me recuperé de la lesión en Gijón y estuve en bastantes partidos.
–¿Pudo ver el partido contra el Alcorcón?
–Claro. El Sporting es el único equipo del que veo casi todo. Si no estoy jugando, lo veo siempre.
–Hubo mucha crítica al equipo.
–Me choca. Hay muchos equipos metidos arriba y parece que seamos el único que no está tan bien. Es llamativo. Siempre miramos a lo negativo. Pero se está viendo que a todo el mundo le cuesta ganar muchísimo este año. Más que otras temporadas. Cualquier victoria da igual cómo venga y más cuando se acerca el final.
–Hubo silbidos de algún sector de la grada para Nacho Méndez, con el que tiene una gran amistad. ¿Lo entiende?
–Lo escuché en la tele y no pensé, sinceramente, que fuera por él. No me lo podía creer. Luego lo hablé con él y me dijo que sí, que creía que iba por él. No lo puedo creer. Hay personas que si tienen a un jugador entre ceja y ceja, da igual lo que haga. Nacho está haciendo una temporada espectacular y no es fácil, y sé de lo que hablo, porque viene de una lesión grave. Se lo está currando y le está dando muchas cosas al equipo.
–Marcó en el derbi.
–Lo vi en Grecia y me alegré mucho por todos los años anteriores. Hablé con Nacho antes del partido y le dije que lo disfrutara, que veníamos de años de no pasarlo bien y que era una oportunidad espectacular. Luego va y hace el gol nada más empezar. Me alegré mucho.
–A usted le tocaron años duros con el Oviedo.
–Todos los derbis que jugué fueron sin gente y... ¿Qué quiere que le diga? Me hubiera encantado que se metieran conmigo en el Tartiere (risas). Es el fútbol. No me gustó nada ir y verlo vacío.
–'Manudona', ¿no?
–(Risas). Es normal. Soy de Oviedo, del Sporting y jugué en el Astur de pequeño. Se junta todo. Mi grupo de amigos son todos del Oviedo a morir. ¡A mí me insultaban cuando juego! Imagínese.
–¿Qué pálpito le da el Sporting?
–Muy bueno. En partidos como el del otro día, que igual no estás tan brillante y otros años a lo mejor pierdes, sacas tres puntos. Hay que estar metidos ahí arriba al final. Puede pasar de todo.
–Nacho Méndez, Guille, Nacho Martín, Queipo, Diego... Mareo al poder.
–El Sporting tiene que ser Mareo. Me alegro mucho porque están todos a un nivel espectacular.
–¿Quién le ha sorprendido?
–Estuve muy poco con Queipo, apenas un par de semanas, pero lo hablé entonces con gente del club. Me gustaba mucho Queipo y luego se fue viendo que era y es un buen jugador.
–¿Cómo es un derbi Aris-PAOK?
–Un poco locura. Se vive todo mucho y más en esta ciudad. Hay muchísima rivalidad entre los dos. El fútbol tiene una cultura quizá más argentina.
–Tuvo un gesto muy cariñoso con Alkis, un aficionado del Aris al que asesinaron radicales del PAOK, posando con una camiseta de homenaje a él.
–Terrible. Lo mataron un grupo de seguidores del PAOK. Yo entonces llevaba el dorsal '19' y él tenía 19 años cuando lo asesinaron. Lo de la camiseta fue el año pasado, después de un partido en el que marqué tres goles, antes de lesionarme, y coincidía con el aniversario de su muerte.
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