Ochenta años de 'El Mago' Pocholo

Pocholo, que en diciembre participó en la comida de la Asociación de Veteranos, era un gran especialista en los penaltis, además de ser un futbolista muy creativo, dotado de una gran técnica y con un regate desequilibrante. Pronto llegó a convertirse en el gran animador de El Molinón en los años sesenta, una de las referencias de aquel Sporting, antes de dar el salto al Celta, con el que debutó en Primera División. «Pocholo era un futbolista muy habilidoso, técnicamente de los más perfectos que conocí», recordaba hace tiempo su excompañero Juan Eraña.

«Teníamos un buen equipo en el que unos aportaban la fuerza física, la ilusión y el trabajo, y otros la técnica, la habilidad y la inteligencia», recuerda Pocholo sobre sus años en el Sporting, de los que conservó una gran amistad con Alonso, el propio Eraña, Reinares, Alberto, García Cuervo, Ansuriza y Lavandera, entre otros. Muchos de ellos, de hecho, se reúnen a comer con él el primer miércoles de cada mes.

Su visión del fútbol estaba tan agudizada, encontrando muchas soluciones en los partidos, que la grada de El Molinón terminó por bautizarle con el sobrenombre de 'El Mago'. Su fútbol rompedor y su olfato tuvieron momentos históricos. El 11 de octubre de 1964 venció por 9-2 al Irún y Pocholo marcó cinco goles, tres de ellos de penalti. Dos años más tarde, en el Torneo de San Agustín, hizo otros cinco tantos. Cuentan los testigos de la época que, en ocasiones, utilizaba tacos de rugby si el campo estaba embarrado.

Después de colgar las botas y retirarse como futbolista, Pocholo entrenó al Sporting Atlético, además de a otros equipos, y estuvo trabajando como secretario técnicos del Burgos. También regentó en una época, durante varios años, una tienda de deportes en la calle Decano Prendes Pando. De su etapa al frente del filial, recordaba Pocholo hace unos años, «tengo la satisfacción personal de los jugadores que salieron de aquel equipo, como Ablanedo, Menéndez, Emilio, Marcelino y Luismi, entre otros».