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Manuel Rosety
Sábado, 1 de noviembre 2014, 16:30
El Sporting mereció ganar en el Mini Estadi, donde tuvo ocasiones de gol muy claras, pero le faltó puntería y le sobró inocencia. También contó con un arbitraje que le escamoteó dos penaltis, uno a Carmona y otro a Guerrero. Es insólito que este encuentro ... haya acabado sin goles
Abelardo confirmó la titularidad de Ndi por primera vez esta temporada, para reforzar el centro el campo, además de tener la misión de respaldar el ataque cuando la posesión fuera de los rojiblancos. En el equipo azulgrana, Eusebio dejó en el banquillo a Halilovic y Sandro, con Joan Roman en la punta izquierda del ataque y la incorporación de Cámara y Gumbau en el centro el campo, con un 4-3-3 como dibujo táctico.
El partido tuvo un inicio trepidante para el Sporting, ya que antes de cumplirse el primer minuto ya se produjeron dos ocasiones de gol, con un cabezazo de Joy que desvió Ortolá y un disparo de Sergio que despejó en la línea de portería el defensa Bagnack.El arranque del partido sorprendió a los azulgrana, con un juego controlado por los rojiblanco. Guerrero dispuso de otra ocasión que detuvo el guardameta local.
El Barça B se estiró esporádicamente, pero lo hizo con peligro. Cuéllar se lució en un disparo de Dongou, tras una de las pocas jugadas en las que pudo intervenir el peligrosísimo Adama Traoré. Más tarde se produciría otro disparo del delantero local, más otros dos disparos lejanos de Joan Román y Grimaldo, pero sin puntería.
En el primer tiempo, el Sporting controló bien la primera media hora, fase en la que mereció cobrar una ventaja sustancial. Sin embargo, en el último cuarto de hora se vio más juego combinativo en el conjunto azulgrana, con un buen toque de balón, que creó algunas complicaciones ea la zaga gijonesa. De todas formas, el conjunto de Abelardo tuvo algunas llegadas por las bandas, en las que sólo le faltó acertar en los centros laterales.
En el segundo tiempo, el Barça B salió con un talante más ambicioso, para tener más el balón, por lo que el encuentro resulto más equilibrado. Los azulgrana tuvieron más posesión, pero el conjunto gijonés se defendió con orden.
En esta fase hubo jugadas polémicas, con un arbitraje que volvió a perjudicar a los gijoneses. Hubo un derribo a Carmona en el área azulgrana, que resolvió con amonestación al jugador sportinguista. Pareció que hubo derribo. Luego, Guerrero sufrió un rodillazo, cuando recibía el balón en el área local. Sin embargo, señaló penalti en una caída de Adama Traoré, cuando Sergio le obstaculizaba. El juez de línea lo corrigió.
En los últimos compases, con un ataque más intenso del Mini Barça, los gijoneses volvieron a disponer ocasiones de gol, con un disparo lejano de Juan Muñiz a la madera y otras opciones en las que Carlos Castro, Ndi y Jony tardaron en reaccionar.
El Sporting araña un punto más y mantiene su condición de invicto, aunque por ocasiones pudo haber logrado una victoria, pero pagó su inocencia y la ceguera arbitral.
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