Milagroso estreno goleador de Carlos Castro

Abelardo introdujo dos cambios, con la entrada de Carmona por el sancionado Juan Muñiz y recuperó a Pablo Pérez en la posición de enganche. En el Leganés, Asier Garitano utilizó un 4-4-2, con el exrojiblanco Borja Lázaro en el vértice del ataque, acompañado de Fran Moreno. En el banquillo esperaron el portero Dani Barrio y el delantero Carlos Álvarez, también con pasado sportinguista.  

El Sporting tuvo una salida muy intensa, con aproximaciones al área madrileña En los primeros compases hubo dos ocasiones de gol, a las que no llegaron Carmona y Pablo Pérez. Por su parte, el Leganés solo se estiró esporádicamente con balones centrados en busca del juego aéreo de sus dos rematadores.

El conjunto gijonés, que empezó bien, con mucha intensidad en su juego, fue difuminándose a medida que pasaba el tiempo, mientras que el Leganés fijaba vigilancias estrechas, con mucha presión desde su delantera, lo que dificultaba la salida del balón de la zaga gijonesa. Esta circunstancia provocaba que el equipo de Abelardo estuviera impreciso en el pase, además de faltarle fluidez de ideas en el centro del campo, zona en la que ni Cases, ni Sergio, aportaban orden al juego. También se echaba de menos una mayor presencia de Jony en la banda izquierda, por la que apenas llegaba peligro.

En el primer tiempo, las ocasiones de gol más claras fueron de los locales, pero Carmona no tenía bien fijado el punto de mira y Cases no acertó en un balón en el que se plantaba solo ante Queco Piña. El Leganés solo tuvo una posibilidad de remate, pero Borja Lázaro erró en su intento.

En el segundo tiempo se mantuvo la iniciativa del Sporting en el juego, pero con poca intensidad ante un rival bien posicionado en el campo. El conjunto gijonés perdió el sitio, lo que aprovechó el Leganés para actuar con más comodidad, aunque en las aproximaciones demostró poco convencimiento en sus posibilidades.

Abelardo buscó dinamizar el juego con la entrada de Rachid. También intentó dar más rapidez al ataque con Jara en lugar de Carmona, que se había diluido por completo. El Leganés frenó el cambio de ritmo con un juego más bronco. Además, se encontró con un gol en una acción en la que Aguirre aprovechó los errores de Luis Hernández y Bernardo. El equipo gijonés reaccionó de inmediato y empató al minuto siguiente por medio de Guerrero, en el segundo intento de remate.

Los compases finales fueron de presión gijonesa, con más corazón que cabeza, frente a un rival que se limitaba a despejar todo y a perder tiempo, con permiso del balear Sureda. Sin embargo, la presión rojiblanca tuvo su premio en el segundo de los tres minutos de la prolongación, en un saque de banda ejecutado por Luis Hernández, con toque de Santi Jara y remate final de Carlos Castro ajustado a la base del poste derecho. Así estalló El Molinón, con un triunfo que mete al Sporting en la tercera posición, a uno de los líderes Girona y Valladolid.