De la neutralidad presidencial al pálpito de Carmen Moriyón

Se trataba de un acto meramente protocolario y que, privado de intervenciones de los políticos, dio para bien poco. La cita era a las 11 de la mañana en la sede de Presidencia, poco antes de que los ganaderos colapsaran el centro de la capital con sus tractores camino del mismo lugar. En un breve lapso de unos cinco minutos, Adrián Barbón, Carmen Moriyón y Alejandro Irarragorri, a la par con David Guerra, habían cumplimentado el trámite para el que se habían citado: la firma del protocolo de intenciones para el impulso de la candidatura de El Molinón como sede del Mundial 2030. Apretón de manos y abrazos a tres bandas para los reporteros gráficos, que dio paso a un corrillo entre los asistentes, donde la inminencia del derbi y algunos de los reportajes publicados por EL COMERCIO centraron las conversaciones.

Rompió el hielo Alejandro Irarragorri que lanzó al aire un «bueno, nos vemos el sábado», que recogió Adrián Barbón con un entusiasta «allí estaremos». Aprovechó entonces el presidente asturiano para compartir que «ya estaba yo esta semana provocando a mis sobrinas, que la pequeña es del Sporting y la mayor del Oviedo». Ante esta situación, Carmen Moriyón bromeó con la «obligada neutralidad presidencial que tienes que tener, no solo por presidente, sino también en la familia». Asintió el jefe del Ejecutivo, pero matizó que esa neutralidad no se extendía al resto del Gobierno y puso como ejemplo «lo guapo que quedó el reportaje con los dos consejeros Ovidio Zapico, del Sporting, y Marcelino Marcos, del Oviedo», que publicó este diario el miércoles.

También se interesó Barbón por la climatología prevista para el sábado, recordando que en el partido de la primera vuelta había pasado algo de frío. David Guerra le confirmó que se espera agua y Joaquín le insistía en la posibilidad de que todavía estaba a tiempo para «reconvertir» a su sobrina oviedista. En ese momento, el dueño del Sporting elogió «la pasión de Asturias» con el derbi, que el presidente animó á que fuera «pasión sana». «Ya os vi muy bien con el Oviedo el otro día, que es muy importante de cara a la sociedad», le dijo Barbón al mexicano.

«¿Va a ir Alfredo?», interrogó el presidente a Guerra, en referencia al alcalde de la capital. El ejecutivo rojiblanco confirmó la asistencia de Canteli, lo que aprovechó Moriyón para señalar lo optimista que se había mostrado el regidor en las páginas de EL COMERCIO, donde apuntó un 1-3 para los azules. «Esta vez tengo el pálpito de que no voy a sufrir el sábado, que ya sufrí bastante la otra vez. Ahora le toca a Alfredo», bromeó Moriyón.