«Necesitamos un revulsivo, hay que buscar soluciones ya»

«Si no se gana, le va a costar el puesto. La racha es muy mala y de alguna manera se debe cortar», sostiene el vicepresidente de la Federación de Peñas Sportinguistas, Jano Murias, que subraya que «la temporada todavía se puede salvar» y dentro de un cúmulo de circunstancias achaca el delicado momento actual a «una mala planificación». Considera que «no se cubrieron» las bajas en la medular en el pasado mercado y apunta a la dirección deportiva por la falta de un segundo punta que ejerciese de alternativa ante la baja de Djuka. «La afición se va cansando. Ahora se ven fantasmas por todas las esquinas y se tiene que reforzar el equipo», señala sobre el contexto clasificatorio, con cuatro puntos de margen sobre la zona roja.

«No noto el miedo al descenso, pero sí la desidia y el hartazgo», afirma el presidente de la Peña Sentimiento Rojiblanco La Regence, 'Xuacu' Rodríguez, convencido de que «un cambio en el banquillo volvería a enganchar a la gente». «Los que llevamos décadas siguiendo al club sabemos que este hombre está destituido», indica para subrayar que considera agotado el ciclo de David Gallego, al que reprocha su escasa autocrítica y la gestión del grupo. Coincide en esa visión Arturo Sánchez, de la Peña Isma, que afirma que «esperar a ver qué sucede el viernes» solo supone demorar el cambio de rumbo. «Necesitamos un revulsivo, un cambio, hay que buscar soluciones ya», proclama tras repartir responsabilidades en el delicado contexto en el que está inmerso el club. «La culpa la tienen el director deportivo y el entrenador», sostiene, indignado por el juego en las dos últimas derrotas sufridas a domicilio. «El Sporting no puede deambular así, como hizo en Ponferrada y Las Palmas», subraya. Descontento con la confección de la plantilla, pide «un esfuerzo» al club para el relevo a las riendas del equipo.

«El cambio en el banquillo no significa un éxito absoluto, pero ya no hay margen», alerta Patricia Allende, presidenta de la Peña Moracey, esperanzada en enlazar un par de victorias para que los jugadores «cojan confianza», pero decepcionada por la gestión de David Gallego. «No aprovecha toda la plantilla. O se cambia el rumbo o esto tiene muy mala pinta», arguye, sin ocultar su preocupación ante la proximidad de la zona de descenso: «Hay que tomar decisiones».

El vínculo entre equipo y afición del curso anterior se ha ido resquebrajando hasta propiciar un creciente desencanto ligado a la crisis de resultados. «El charco se está haciendo cada vez más grande. Sin el año pasado, la afición no hubiese aguantado tantos jarros de agua fría», sostiene Diego Carretero, presidente de la Peña El León Rojiblanco, con temor a una desafección y a que el relevo al frente del equipo repercuta en el mercado invernal. «Me inquieta la dinámica del club», confiesa, preocupado también por la marcha de la cantera. «Siempre soy partidario de aguantar al entrenador lo máximo posible, aunque la imagen del equipo en las últimas semanas está siendo muy mala y al final es el responsable», expone Adrián Núñez, presidente de Unipes, que prefiere el enfado de la grada a la indiferencia en estos casos.