El Molinón, entre el cabreo y los nervios

El día dio para mucho, con un recordatorio de la crítica situación que se vive en Siria y Turquía tras el terrible terremoto que ha arrasado parte de los dos países, con miles de víctimas. Un minuto de silencio de los dos equipos recordó el drama humano que se vive estos días en esta zona del mundo.

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Antes de que el balón comenzase a rodar, los hermanos Pol y Gerard, que no se encontraron en el partido (el defensa del Sporting jugó todo el choque y el extremo del Huesca salió en la segunda mitad, pero en la otra banda) posaron juntos. Mientras, en el campo, Ángel Martín González intercambiaba impresiones con su homólogo en el Sporting, Gerardo García. Guille de Amores, más tarde, prometía unos guantes a una joven aficionada y la megafonía recordaba que Gijón era una ciudad cariñosa con Cristian Salvador, pero no tanto con el oviedista Obeng.

Endika Gabiña, segundo de Ramírez, se estrenó como local en El Molinón con mucha actividad. Desde el calentamiento, que se inició con un animoso pasillo de niños, formado por los más pequeños del Sporting y de la Escuela de Mareo. Luego, con el balón en juego, nervios. Silbaba el estadio, 'MAR' pedía calma. Más tarde, el cuarto árbitro retrasaba la entrada de Jordan. Las situación de las medias, rodeando solo la espinillera, no se ajustaban al protocolo. Cosas del otro fútbol.