«Era fundamental recuperar el aplauso de El Molinón»

Para Ramírez El Molinón fue ayer «el jugador número doce y era fundamental recuperar su aplauso». El Sporting resolvió con su victoria los fantasmas que sobrevaloran el estadio gijonés tras la última derrota que presenció. «La gente se fue en el último partido en casa enfadada tras la derrota ante el Mirandés, pero hoy ha venido porque vio lo bien que lo hicimos en Burgos y Las Palmas».

Los rojiblancos consiguieron, «con la suerte que en otros partidos nos faltó», según Ramírez, tras estos «tres buenos encuentros», el Sporting viajará ahora a Ibiza en un partido que puede ser un tanto trampa. «No podemos creer que lo hemos hecho todo, tenemos que seguir compitiendo y, lo más importante, sumando», dijo.

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Javier Barrio

Las bajas hicieron que el Sporting presentará muchos cambios en su alineación. Para el técnico rojiblanco el buen resultado pese a los cambios es el fiel reflejo de que el grupo «está preparado para cuando les toque». Para Ramírez, Bruno, fue el mejor ejemplo gracias a «un trabajo en silencio, sabiendo que no iba a tener oportunidades ha aprovechado la que ha tenido». Otro de los jugadores que nombró el canario fue Jordi Pola, un jugador «que lo da todo y se entrena cada día como si fuera el último».

Guille Rosas abandonó el campo por su cansancio y por «unos problemas en los isquiotibiales». Ramírez también habló sobre el debut de Jeraldino como titular. «Ha tenido mala suerte en lo que va de año, no ha tenido continuidad en los últimas semanas, pero ha hecho todo lo que hemos pedido y me voy muy contento con él», explicó el técnico.

Ramírez fue cuestionado en las últimas semanas al no llegar los resultados al equipo, pero el entrenador se abstrae de todo el ruido posible ya que los aspectos externos «ni me refuerzan, ni me generan ninguna inseguridad». Tampoco parece alterar al equipo la clasificación «y ahora que ha mejorado tampoco lo va a hacer», según el técnico y en lo único en lo que se van a focalizar es «en trabajar como hasta hoy».

El canario quiso recalcar de nuevo que su llega a Gijón se debió al proyecto «y a la hoja de ruta del Grupo Orlegi» y no tiene nada que ver «con imponer un modelo de juego». Ramírez admitió también que de no haber existido ese entendimiento entre la filosofía del club y su manera de ver el fútbol lo más normal es que el no hubiera venido al Sporting.