Meritorio empate del Sporting

Si no se pude ganar, lo mejor es no perder. Y es lo que logró el equipo de Miguel Ángel Ramírez en la casa del Espanyol. En un partido en el que no tiró a portería debido a las interminables imprecisiones de los rojiblancos a la hora de sacar el balón jugado. Lo mejor, la solidez defensiva que permitió a los rojiblancos no regresar de vacío.

Ramírez volvió a optar por una línea de cuatro defensas. Dijo adiós a los tres centrales en la línea más retrasada para dar entrada a Guille Rosas en la derecha y repetir con Cote en la izquierda. La lógica primó en la idea del preparador rojiblanco.

Con la mitad de los centrocampistas tocados muscularmente, el preparador canario repitió con Róber Pier en la medular. Junto a Nacho Méndez intentaron gobernar una parcela que se les complicó demasiado. Principalmente porque cometieron errores no forzados, como se diría en el tenis, para convertir una jugada de peligro en una misión imposible.

Gaspar, Nacho Méndez, Róber Pier y los balones de los centrales buscando, con pases rasos, a los delanteros llegaron a ser desesperantes. La fortuna para los rojiblancos es que el Espanyol, que recuperaba balones regalados en el campo rival, ni pudo ni supo aprovechar los regalos. Una satisfacción para la afición rojiblanca. Aunque el sufrimiento no se lo quita nadie.

La parte negativa de la tarde es que el Sporting no disparó entre los tres palos. Generó peligro con acciones rápidas y verticales, pero Joan García no tocó un balón. No hizo ni una sola parada. Por lo que ganar en Barcelona se complicó.

El paso del tiempo ayudo al equipo de Ramírez. Los nervios comenzaron a apoderarse del Espanyol y de los 28.000 asistentes al encuentro. Pese a ello, BraithWaite pudo marcar el gol de la victoria. La mala noticia para él es que se encontró con un imperial Pablo Insua. El gallego fue el mejor del partido. Sobresaliente con el mejor artillero de la Liga. Un seguro de vida que sigue sin renovar su compromiso con el Sporting. Algo inexplicable.

Con Gaspar en su versión más baja y un Hassan revoltoso en la banda derecha, ni Otero ni Mario González pudieron marcar. El burgalés lo hizo, pero su tanto fue anulado por fuera de juego. Un gran pase de Gaspar entre líneas lo aprovechó, pero el gijonés le entregó el balón un segundo más tarde de lo debido y el delantero cayó en la posición antirreglamentaria.

Con el empate, el 'play off' se aleja para el Sporting porque sus rivales más cercanos lograron ganar sus respectivos partidos, pero aún queda mucho por jugarse. Lo mejor fue la imagen ofrecida por todos. El único pero es el juego ofensivo, muy mejorable, pero el punto no es nada malo.

Queda ganar en casa. En El Molinón. No hay excusa ninguna para doblegar al Andorra en Gijón. Todo lo que no sea sumar los tres puntos será una despedida amarga de luchar por el ascenso a Primera División.