Secciones
Servicios
Destacamos
A. MENÉNDEZ
gijón.
Lunes, 2 de marzo 2020, 03:40
El fin de la línea ascendente con la derrota en Ponferrada dejó cierta frustración en el vestuario, sobre todo por ver frenado el efecto de la reacción de las últimas en un momento de la temporada decisivo. «Fue una pena perder porque estábamos muy motivados para conseguir la tercera victoria y seguir con las buenas sensaciones que estamos teniendo», afirmó Diego Mariño.
No se apreció en boca del gallego, uno de los capitanes, excesiva preocupación en cuanto al juego ofrecido en El Toralín. Más bien llegó por la oportunidad que ofrecía la clasificación por entonces y que exige ahora otra victoria para evitar volver a mirar la tabla por abajo.
Compartían ayer en el vestuario la lectura de Djukic nada más concluir el encuentro, cabreado por el rendimiento del equipo tras el descanso, aunque satisfecho con el primer tiempo. «La primera parte fue buena», consideró el portero. «El único despiste fue en el gol. Estábamos cómodos y tuvimos ocasiones», añadía, incidiendo en el bajón del segundo, en el que el Sporting perdió el control del partido, entrando en un desgobierno que benefició a la Ponferradina. «No estuvimos cómodos, fallamos en cosas simples. Perdimos dominio y fluidez», apuntaba. «Creo que ese fue el motivo de no haber conseguido el empate», explicaba. «Llegamos con más corazón que cabeza y con fútbol. Fue algo alocado», argumentó. «Querer marcar pronto quizá nos pudo pesar», explicó, sin considerar que después de dos victorias al equipo le pesó la situación.
A pesar de ese sombrío fútbol desplegado tras la reanudación, consideró Mariño que el Sporting «no mereció perder» en El Toralín. «Hicimos méritos para al menos sacar el empate, pero esto es fútbol y no siempre se tiene lo que uno se merece», apuntó.
El gallego consideró que el equipo «ha encontrado la paciencia necesaria». «Estamos mucho más tranquilos y tenemos las ideas más claras», afirmaba, porque «antes nos precipitábamos mucho, queríamos que pasase todo muy rápido».
Cuestionado por su nivel después de realizar una de sus mejores actuaciones del curso en Ponferrada, el meta negó «estar pasando por un bache». Si bien, Mariño admitió que este curso su protagonismo es menor respecto al de otras temporadas. «Me ha tocado intervenir menos», explicó. «Los goles que he recibido han sido más bien por aciertos del rival. Eran difíciles de parar», añadió al respecto. «Está siendo un año diferente. No llegan tantas veces, pero eso es mérito del equipo y de que estamos trabajando bien», concluyó.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.