Borrar
Miles de aficionados se concentraron ayer en la calle de Luis Adaro para recibir al equipo ante el partido más trascendental de la temporada.

Ver 20 fotos

Miles de aficionados se concentraron ayer en la calle de Luis Adaro para recibir al equipo ante el partido más trascendental de la temporada. FOTOS DE ARNALDO GARCÍA

La Mareona se desborda en una previa multitudinaria

Recibimiento. Las inmediaciones del estadio vivieron un gran ambiente antes de registrar el recibimiento al equipo más espectacular de todo el año

Carlos Amado

Gijón

Lunes, 10 de junio 2024, 02:00

Fue la Mareona y no el río Piles la que ayer se desbordó e inundó con sus colores los alrededores de El Molinón desde mucho antes de que comenzara el partido, fijado a una hora que muchos pagarán esta mañana a la hora de acudir al trabajo o a clase. Numerosos aficionados sportinguistas desplazaron la sobremesa del domingo al entorno del campo, cuyos bajos ya bullían en torno a las cinco de la tarde, mientras Carlos Alcaraz aún tenía remaba contra la entonces superioridad del alemán Alexander Zverez. Los puntos del tenista español eran celebrados por los numerosos jóvenes que seguían el partido desde las pantallas de los bares, al tiempo que comenzaba a desplegarse el dispositivo de seguridad de la Policía Nacional, aún a más de dos horas de la llegada prevista del Sporting.

No quedaba duda de que la de ayer era una jornada única para el sportinguismo. Los lugares habituales de concentración de los aficionados en las previas del partido sorprendían a aquellos curtidos ya en mil batallas rojiblancas, como David Castander. «Va a haber más gente incluso que en el derbi, porque nunca vi totalmente llena la calle de la Taberna Irlandesa», comenta asombrado este aficionado, en referencia a la calle del pintor Martínez Abades, que desemboca en Ezcurdia y que sobre las cinco y media estaba ya colapsada de gente.

En torno a las seis de la tarde comenzaba a dibujarse en la calle de Luis Adaro un tímido pasillo de aficionados que querían tomar posiciones para recibir al autocar del equipo, ajenos aún al desborde que se produjo en torno a una hora después, cuando ni quedaba pasillo ni un hueco en toda la calle, atestada ya de sportinguistas ansiosos de que llegara el equipo. Los primeros cánticos y las primeras bengalas generaban inquietud entre los aficionados más alejados de la esquina con la calle Torcuato Fernández Miranda, que levantaban sus móviles a la espera de un autocar que se hizo esperar hasta las siete y veinte.

Noticia relacionada

En ese momento estalló la locura en una afición que ayer brindó a su equipo el recibimiento más multitudinario de los que se recuerdan no ya esta temporada, sino en los últimos años. El aire se tiño de rojo por el humo de las bengalas hasta que el autocar más que verse se intuía. Como viene siendo habitual los golpes de los aficionados para dar ánimos a los jugadores eran contestados por estos desde el interior.

Tal era el volumen de aficionados que ayer respondió a la llamada para recibir a los de Ramírez, que el autocar tardó más de diez minutos en recorrer la calle Luis Adaro hasta el fondo norte, donde los jugadores bajaron para acceder al estadio, entre los gritos de ánimos de una multitud que se desgañitaba con el «¡Qué sí, joder, que vamos a ascender!» que tronó como nunca.

Con los jugadores ya dentro del estadio, la Mareona prolongó un buen rato más la fiesta, con himno del Sporting incluido, antes de comenzar a acceder al estadio. En una jornada tan señalada como la de ayer, hubo quien no se quiso olvidar de Manolo Preciado, en cuya estatua ayer alguien colocó un ramo de flores.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La Mareona se desborda en una previa multitudinaria