La marea rojiblanca se extiende por todo Gijón

No importa ni la edad ni el sexo ni qué momento del día sea, trabajando, tomando algo e incluso jugando al parchís; ser del Sporting es un sentimiento que se lleva dentro y a todas horas. Desde que el domingo pasado ese 0-1 contra el CD Eldense le otorgara un hueco al Sporting en el play off, los gijoneses están cada día soñando despiertos y por qué no, con la esperanza de que ese cielo que ahora rozan con los dedos sea posible de alcanzar.

«¡Real Sporting equipo famoso, de rancia solera y brillante historial...!», comienzan a cantar en el centro social de San Agustín e incluso lo acompañan con música porque por muy interesante que esté la partida de dominó o de parchís en la que estén enfrascados siempre hay un hueco para animar a su «equipo del corazón». Los usuarios que allí se encuentran no son quisquillosos, con un 1-0 se conforman.

La ilusión ya se nota en las calles. Cristina Sutil y sus amigas ya han «comenzado la fiesta» que se extenderá hasta el domingo, y sea dentro o por fuera del campo todas tienen una cita mañana a las nueve de la noche en El Molinón, «vamos a hacer previa y pase lo que pase estamos a tope con ellos». Algunos no contemplan otra opción: «ganamos seguro», sentencia José Tronco frente a Las Letronas. Su teoría es que «los que llegan últimos terminan siendo los primeros» y aunque todos los equipos están «muy igualados», el Sporting «tiene una fuerza especial». No solo por tierra, por mar también hondea la bandera rojiblanca en el barco de Félix García.

Tiendas como La Toscana en San Bernardo decidieron decorar su escaparate con camisetas 'vintage', pero también «hay que colgar la bandera de la ventana para animar», dice Pablo Díaz mientras toma algo en la ruta de los vinos. Y es que si en algo están todos los gijoneses de acuerdo es en que «nos va a salir bien».

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