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Manuel Sarabia 'Manu' (Vizcaya, 1957) es una leyenda. Dos ligas, una Copa del Rey y una Supercopa con el Athletic de Bilbao figuran con letras mayúsculas en una hoja de servicios con más de 500 partidos en Primera en los que superó los 150 ... goles. Siempre vinculado al fútbol, el padre de Eder Sarabia, entrenador del Elche, que mañana visita al Sporting de Gijón en El Molinón (18.30 horas), ha plasmado en un libro, junto a su esposa, Begoña Armesto, sus vivencias en un deporte que sigue siendo su pasión.
–¿Cómo se ha recibido 'Chaval, ¿quieres venir al Athletic'?
–Pues muy bien, no pensaba que iba a recibir tantos halagos por cómo ha quedado el libro. El otro día me llamó un amigo de Mijas para decirme que lo estaba leyendo y que me oía, como si se lo estuviese contando a él. Han sido muchos años de trabajo.
–¿Por qué ahora?
–Porque en el momento de ser abuelo, 'aitite', como decimos aquí, he pensado en mi legado. Lo que no podía ser es que, habiendo sido el que he padecido el 'afaire' (su conflicto con Javier Clemente), una etapa muy convulsa, apareciese como el que provocó todo aquello. Fui una víctima y no podía dejarlo así para mis nietos. Además, mi vida ha sido el fútbol, fui futbolista y moriré futbolista. Mucha gente me animaba a contar mis anécdotas.
–El fútbol ha cambiado mucho desde entonces.
–Afortunadamente. Los futbolistas ahora son atletas. Hoy en día se estudia mucho el juego, antes para tener un análisis del rival había que mandar a algún espía. La gente está más preparada y los equipos tienen grandes equipos alrededor de los jugadores. Vas a ver un entrenamiento de Primera y hay casi más personas que no son futbolistas. Otra cosa es que se quieran comparar momentos: cualquier futbolista de cualquier época que fuera bueno lo sería en cualquier otro contexto. Lo más importante del fútbol es la pelota.
–Ha seguido muy de cerca la Segunda. ¿Es la más dura de los últimos años?
–Si analizamos los 22 equipos y vemos el historial de la mayoría piensas que hay 18 que están casi obligados a estar arriba por historia, afición y futbolistas. Se demuestra la igualdad en cada jornada. En todos los equipos va a haber momentos difíciles, esos tres o cuatro partidos tontos, pero en conjunto ves los enfrentamientos y te das cuenta de que puede ganar cualquiera.
–¿A qué equipos ve más fuertes?
–Según rachas. El Racing ha hecho una gran primera vuelta, pero siempre he tenido muy claro que el Almería, aunque no empezó bien, iba a ser un equipo que estaría arriba. Este comentario lo hago desde el fútbol que a mí me gusta. El Racing también va a estar ahí. Siempre he pensado que el Sporting y el Real Oviedo tienen plantilla para estar arriba, y ya no hablemos de aficiones. Son dos equipos de mucha historia. He jugado más contra el Sporting porque hemos coincidido más en Primera. Hay otros cinco o seis equipos más que pueden estar ahí perfectamente.
–El que lo está pasando mal es el Cádiz.
–Todos los años hay un equipo que no se esperaba que estuviese arriba, como el Mirandés, que está haciendo una temporada brutal y sacándole mucho rendimiento a los jugadores, y al revés. Hay clubes de los que se espera mucho, como de los que descienden, pero a veces hay una exigencia desde el inicio que se convierte en un enemigo. Ahí está también la capacidad del grupo y el cuerpo técnico para poder salir adelante, como sucedió con el Almería.
–¿Le falta gol al Sporting?
–Y a quién no. Salvo el Almería, que tiene un artista que las mete todas desde que entró en racha... Lo más importante es generar ocasiones para darle más oportunidades a los rematadores. Y luego, paciencia y no volverse loco. Las rachas son muy importantes para ganar partidos y meter goles. Hay veces que dices 'no veo la portería' y de la noche a la mañana empiezas a meterlas todas. El gol marca la diferencia y está muy caro.
–¿Ve que el equipo genere lo suficiente?
–Le veo que llega con muchos jugadores al área rival, que empuja mucho, sí le veo generar. Tiene futbolistas con desborde, remate, movilidad, el equipo cuenta con profundidad.
–El que va lanzado es el Elche de su hijo Eder.
–Están haciendo las cosas muy bien. Todo lo que requiere un equipo para que salgan las cosas adelante lo está haciendo el Elche. Hay un compromiso muy grande, el entrenador ha sabido convencerles con su forma de jugar y los futbolistas lo han acogido a dos manos. Se han dado cuenta de que disfrutan mucho más, son más protagonistas, ganan más partidos, se hacen mejores futbolistas y van a ganar más dinero.
–¿Qué recuerdos guarda de El Molinón?
–Es el segundo campo donde más a gusto me he encontrado para jugar después de San Mamés. El ambiente era tan agradable hacia mí que era casi como si jugase en San Mamés. No es peloteo, es así.
–A ese Sporting de los años dorados, ¿le dejó a deber el fútbol un título?
–Totalmente, sin ninguna duda. Era de los equipos que mejor fútbol hacían, con mucha diferencia, por eso estaban arriba. En el fútbol no te regalan nada. Esos años que estuvo arriba, que coincidió con los que nosotros ganamos las ligas, era uno de los equipos más difíciles. Tenían jugadores muy desequilibrantes y cuando llevaban el balón arriba... En la época de Quini no creo que nadie preguntara si al Sporting le faltaba gol.
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