A. MENÉNDEZ
GIJÓN.
Domingo, 28 de marzo 2021, 00:38
Las dos selecciones sub 21 más exitosas del continente -España e Italia- empataron (0-0) en Maribor en la segunda jornada del Grupo B. El punto no es malo para 'La Rojita', que sigue líder, con cuatro puntos, y aventaja en dos a República Checa ... e Italia. El encuentro superó las expectativas porque resultó ser una batalla durísima -el árbitro alemán sacó tres rojas al final, dos a los transalpinos y una directa a Mingueza, víctima del teatro de un adversario- entre dos de los grandes aspirantes para alzarse con la corona internacional. Pero España depende de sí misma para clasificarse para la fase final.
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Murió 'La Rojita' en el área de Carnesecchi, acosando a Italia, falta únicamente de acierto en los metros finales. El portero italiano fue el héroe y un coloso, capaz de negarle el gol a Puado con un pletórico vuelo en el tiempo de prolongación y cuando ya celebraba la clasificación el conjunto de la Fuente. Italia rindió tributo a sus colores y fue esa selección dura, competitiva hasta superar en ocasiones el límite y por momentos superior.
Terminó con dos jugadores expulsados y planteó a 'La Rojita' más una contienda que un partido. España, en cualquier caso, se comportó con honores. Supo sufrir en la primera parte y creció en el partido al son de Manu García. El futbolista del Sporting fue titular, jugó los noventa y cuatro minutos y fue además el faro de la Selección. De la Fuente apostó por mezclar a futbolistas de buen pie. Por jugar a fútbol. Le costó en el primer tiempo.
Reunió en el centro del campo a Zubimendi como ancla y con el futbolista de la Roma Gonzalo Villar y con el rojiblanco como interiores. Se sintió tan cómodo como liberado Manu. Prácticamente todas las acciones pasaron por las botas del asturiano. Crecido, cuando puede se encuentra con el balón. El talento del Sporting demostró en Maribor que no solamente está a la altura, sino que también puede ser de los mejores en el más alto nivel. No se escondió. Pidió la pelota y filtró constantemente pases de peligro para Puado y Abel Ruiz. Consciente del rendimiento que estaba ofreciendo, mantuvo el seleccionador a Manu, después como centrocampista, hasta el final del partido.
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Entonces Italia ya parecía satisfecha con el empate y dispuesta a jugarse el pase en la última jornada. España se volcó a por la victoria. No llegó. Vivió, no obstante, los últimos instantes constantemente amenazando las inmediaciones del guardameta italiano Carnesecchi. Italia resistió al agobio. En parte, porque su portero estuvo descomunal. Imposible de batir para España.
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