Secciones
Servicios
Destacamos
ANDRÉS MENÉNDEZ
Viernes, 3 de abril 2020, 02:48
Juan Castaño Quirós, 'Juanele' (Gijón, 1971) sufre desde hace años trastorno bipolar. Convive con la enfermedad, reducida en los últimos tiempos gracias «a su fuerza de voluntad, al orden, los hábitos saludables y a la medicación»: «En dos semanas vuelvo a tener una consulta rutinaria», explica. Son las tres de la tarde. 'El Pichón de Roces' descuelga su teléfono para EL COMERCIO.
-¿Cómo está?
-Muy bien. Vuelvo a ser feliz. Estoy haciendo las cosas bien después de todo el bache que he pasado.
Se levanta pronto -a las ocho de la mañana-, da una pequeña vuelta con su perro, Thor, un golden. Después hace la compra en el supermercado más cercano y vuelve a casa.
«Trato de hacer una rutina diaria porque me viene bien para tener orden. Aunque a veces no sepamos ni en que día vivimos», asume. Comienza a ver la luz al final del túnel, pero lo hace desde su piso, en Pumarín. «Por suerte, esta experiencia tan difícil me ha llegado en uno de los mejores momentos de mi vida», reconoce.
En España se calcula que más de un millón de personas padecen trastorno bipolar. «Sé que hay que mucha gente que puede tener mi enfermedad y que ahora lo está pasando muy mal. Es complicado».
-¿Para una persona con su enfermedad se hace más difícil no salir de casa?
-Sí, seguro. Si te paras a pensar, tienes mucha ansiedad. Eso puede ser un problema. Pero no podemos hacer otra cosa que ocupar los espacios. Esta situación exige responsabilidad por parte de todos. De momento, no estoy teniendo esos problemas. Ocupo los espacios y tengo unos hábitos ordenados: veo series, películas, juego a las cartas y al parchís».
- ¿Qué echa de menos?
-Jugar una pachanga con los amigos.
Hace dos años, en abril de 2018, salió de la cárcel (Villabona) después de un año de condena. «La cárcel no tiene nada que ver con esta situación. Estuve encerrado por cometer un delito. Ahora es todo lo contrario: estamos en casa por una causa buena. Para ser solidarios», explica.
Antes de acostarse -nunca más tarde de las once- consume una vez más las noticias para estar al día de la actualidad. «Vivo muy pendiente de la evolución de la pandemia. Lo estoy siguiendo todo al momento para no perder detalle».
-¿Tiene miedo estos días?
- Sí, si mucho. ¿pero quién no lo tiene con estas noticias? Asusta.
Su hija (María) estaba en Madrid cuando comenzó a propagarse el virus. «Estaba de practicas en un Hospital de la capital y tuvo que volverse a Gijón. Por suerte está bien. Estaba muy preocupado».
María va para enfermera, para orgullo de su padre. «Lo único positivo es que ahora se valora la labor de los médicos y sanitarios. Son los héroes de la sociedad», expresa cargado de orgullo y razón.
«Se lo digo yo, que me he pasado la vida rodeado de médicos y siempre me han tratado con cariño», sostiene el exjugador del Sporting. «Ellos me han dado una nueva oportunidad para empezar».
Noticia Relacionada
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.