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ANDRÉS MAESE
GIJÓN.
Lunes, 23 de diciembre 2019, 03:28
Las últimas horas han sido, probablemente, las más difíciles de la vida profesional de José Alberto López en el mundo del fútbol. La derrota ante el Extremadura, y sobre todo la forma en la que esta llegó, terminó con su carrera al frente del banquillo ... del Sporting. La destitución, de hecho, la conoció a los pocos minutos de la conclusión del choque liguero en El Molinón.
«Lamento no haber podido llevar al Sporting a lo más alto», explicó el técnico en una carta de despedida que hizo pública en la mañana de ayer tanto en sus redes sociales personales como en la página oficial del club.
Sus últimos pasos como entrenador rojiblanco los dio por los pasillos de El Molinón. Sin pasar por el vestuario, donde se encontraban los jugadores lamentándose aún de la derrota, José Alberto acudió al encuentro del consejo de administración. Javier Fernández, Javier Martínez, Fernando Losada, Ramón de Santiago y Miguel Torrecilla le trasladaron entonces la decisión tomada sobre su futuro. A todos ellos les agradeció, en su despedida por escrito, la confianza depositada en él.
«Como deportista que soy, acepto que los resultados definen una trayectoria y, cuando estos no acompañan, los méritos, la dedicación y el conocimiento no son valores que permiten la continuidad. La victoria y el gol son los únicos jueces que imparten justicia», señaló sobre su andadura en el primer equipo rojiblanco.
Su último encuentro en El Molinón lo vivió con sufrimiento. Primero, porque su equipo perdió, pero también porque la afición mostró su disconformidad tanto con los jugadores como con sus decisiones. Y fue despedido con una sonora bronca. A pesar de estos meses de sufrimiento, el ovetense se queda con los mejores momentos vividos en el banquillo. «Quiero aprovechar para decir que ha merecido la pena vivir intensamente este tiempo», hizo hincapié.
Su despedida no se hizo esperar. Sin todavía haber cerrado su despido con la entidad, José Alberto explicó que «los entrenadores sabemos que tarde o temprano llegará el momento del adiós y por eso nuestro equipaje debe ser ligero en la llegada y abultado de experiencias en la despedida».
Al mismo tiempo que se hizo pública su carta, en la Escuela de Fútbol de Mareo reinaba la tranquilidad. Tan solo dos partidos en juego en los campos más alejados de las oficinas del club dieron algo de vida a las instalaciones rojiblancas. «La vocación y el sentimiento de pertenencia que vivimos todos los que hemos trabajado en el Sporting hacen que nos sintamos orgullosos de ser especiales», continuó José Alberto en su adiós.
No quiso, no obstante, dejar pasar la oportunidad el técnico para asegurar que con su llegada al primer equipo hizo realidad uno de sus sueños como entrenador: «Cuando hace un año accedía al cargo cumplía uno de mis sueños. Desde que entré en este club he recibido muestras de cariño y cada día he tenido la oportunidad de aprender algo nuevo. Por todo ello quiero dar las gracias».
Pese a las de vacaciones del equipo, el consejo no perdió el tiempo y eligió a Djukic como técnico.
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