Jorge Buergo | Director General del Albacete

«Lo que nos vamos a encontrar en Gijón con el Sporting lo sabemos de sobra»

–¿Sigue siendo especial para usted venir a El Molinón?

–Esta va a ser la séptima vez que lo visite como rival. Es una situación extraña, aunque se va normalizando. Los primeros fueron más chocantes, pero está claro que es un campo totalmente diferente que otro que visite. Desde el palco miro hacia abajo y veo mi butaca en la 'Tribunona'. Veo al grupo de amigos con los que fui al fútbol veinticinco años, veo la butaca en la que estuve sentado muchos años con mi padre y, antes, mi padre con mi abuelo.

–¿Le sorprende ver tan abajo al Sporting?

–Hay que tener información de dentro, que yo no tengo. Está en una situación extraña. Sí que le veía al principio como un equipo muy aspirante a estar en la zona alta. El tema es que voy a reuniones de la Liga, hablo con otros colegas... Cuando empieza la competición, solo somos cinco equipos de veintidós los que decimos claramente que nuestro objetivo es sumar cincuenta puntos y salvar la categoría. El resto, igual hay doce o trece equipos que tienen en la cabeza el 'play off'. Pero a priori sí que pensaba que el Sporting iba a estar más desahogado.

–¿Y qué se esperan encontrar?

–Hay varias plazas complicadas por ambiente: Gijón, Oviedo, Santander, que ha pegado un cambio brutal en cuanto al ambiente, Zaragoza... Lo que nos vamos a encontrar en Gijón lo sabemos de sobra. La afición estará apoyando como siempre a su equipo. ¿Pero qué ocurre en plazas como Gijón donde hay tanta presión ambiental? Son cosas que tiene que manejar nuestro entrenador. Al Albacete seguramente le interese que el partido se vaya haciendo largo.

–Le han dado confianza a Alberto González, su técnico, en los malos momentos.

–Es un tema que es un poco cultural en el club, pero no viene determinado por las diferentes direcciones deportivas que han pasado por aquí, sino por la postura de la propiedad y el consejo. Desde que estoy aquí, y es mi octava temporada, hemos tenido que tomar por desgracia decisiones de destituir entrenadores. Pero para lo que suele ocurrir habitualmente, en el Albacete se suele ser bastante paciente.

–¿Les dolió mucho la destitución de Albés?

–Sí, sin duda. Fue una decisión muy complicada. Rubén era, a nivel de ciudad, más que un entrenador. Probablemente, el técnico que se recuerda con más cariño, el más ídolo para la afición.

–¿Por qué?

–Los entrenadores, cada día más, tienen que manejar registros que van más allá de lo que es la labor de entrenar. Siempre digo que los entrenadores tienen que manejar bien tres registros: la labor de entrenar, la comunicación y la gestión del vestuario y del entorno. Rubén, además de ser un magnífico entrenador, maneja las otras dos variantes fabulosamente bien. Aquí caló, no solo dentro del club, sino a nivel de ciudad. La decisión fue muy complicada. Afortunadamente, el tiempo demostró que fue acertada.

–¿Y cómo analiza la crisis que vive en Gijón?

–No es una situación ni mucho menos parecida a la que teníamos aquí. Cuando lo destituimos llevábamos una barbaridad sin ganar. El equipo se había metido en descenso. La situación que veo en Gijón es distinta. También es verdad que los objetivos del Sporting son diferentes a los nuestros. Igual no da lugar a una situación tan límite, pero sí puede generar una presión por alejarse de los objetivos. Pero, insisto, cuando has empatado seis partidos seguidos, estoy seguro de que has estado cerca de ganar varios.

–¿Cree que es un buen entrenador de futuro para el Sporting?

–El estilo que Rubén Albés imprime a sus equipos creo que es muy del gusto de Gijón. Siempre recuerdo que la afición del Sporting es más proclive a que el equipo presione alto, que haga transiciones rápidas, que sea físico en los duelos, que vaya al límite... Quizá no le guste tanto el estilo de juego más de posesión, como Las Palmas, por ejemplo. En ese sentido, su manual de entrenador creo que sí casa. A partir de ahí carezco de información.

–Se reencuentran con Olaetxea y Dubasin. ¿Alguna debilidad?

–Son dos jugadores distintos, pero de los que nos sentimos orgullosos porque explotaron aquí. Los dos vinieron prácticamente desde Primera RFEF porque Lander había descendido con el Amorebieta. Los dos nos ofrecieron un rendimiento brutal. Es verdad que por edad Dubasin tiene mucho más recorrido de cara al futuro porque los años, desgraciadamente, juegan en contra de Lander, pero Lander te aporta muchísimas cosas. Sé que Rubén tiene predilección por él.

–¿Ve a Dubasin en Primera?

–Con nosotros fue el segundo máximo goleador del equipo y en el Sporting es el primero. Lo que observo es que no tiene nada que ver esta categoría con la Primera. El año pasado, para nosotros, teníamos al mejor jugador del club de los últimos diez años, Manu Fuster. Aquí se salía. Pero se fue a Las Palmas y no está jugando habitualmente. ¿Pero potencial para jugar en Primera? Indudablemente, Dubasin lo tiene, pero el salto es grande.

–El Sporting tiene una opción de compra superior a los 1,5 millones de euros por él. ¿Cree que es una operación interesante?

–Desconozco la capacidad de inversión que tiene el Sporting. En el fútbol hablamos de millones como de chicles. Entiendo que los gestores del club manejarán bien ese tema. Lo único que puedo decir es que, a la vista de la información que se maneja en los mercados de lo que cuesta la transferencia de un jugador, 1,5 millones de euros no parece una cantidad desproporcionada.