Sin indulto en El Molinón

La grada se encendió rápido ayer, de nuevo con el VAR como protagonista. La lenta revisión de la jugada en que el árbitro había expulsado al visitante Russo desesperó al público, que veía el partido muy encarrilado ya desde el minuto 7. Fue una respuesta aislada, porque poco después la frustración apuntó hacia el equipo por su discreta versión, con varios momentos de pitos hasta el descanso.

El gol de Djuka calmó los ánimos, aunque no faltó tensión en el desenlace del partido. Muchos aficionados no entendieron los siete minutos de tiempo añadido marcados por el árbitro. También hubo en el tramo final abucheos para Son, de la Ponferradina, que se encaró con Manu García en una jugada en el área y cometió la falta en la que se lesionó el centrocampista del Sporting.

El partido significó el debut en el palco de Joaquín Alonso como responsable de relaciones institucionales. El legendario centrocampista rojiblanco siguió el encuentro en la primera fila junto al presidente Javier Fernández tras participar en la cena anual de la Asociación de Veteranos, en la que continuará ocupando la presidencia.

La Ponferradina estuvo acompañada en Gijón por alrededor de mil aficionados. Desde primera hora de la mañana se dejaron notar en los aledaños de El Molinón y en los principales puntos de la ciudad. La afición sportinguista le dedicó una gran ovación al anunciarse su presencia a través de la megafonía del estadio, justo antes de que los jugadores de los dos equipos saltaran al césped.