La historia del Sporting, en juego

El club no está preparado para un descenso, metido de lleno en un macroproyecto como el que se ha ideado en la finca de 'La Marruca' con los fondos CVC. Todo tendría un impacto durísimo, con consecuencias imprevisibles. Para empezar, el Sporting cuenta con el presupuesto de un club profesional puntero de Segunda, dependiente de los ingresos televisivos. También está el daño histórico que supondría para el Sporting bajar. En sus 116 años de historia nunca ha competido en el fútbol no profesional. Es, de hecho, uno de los nueve clubes del fútbol español que nunca ha descendido más allá de Segunda.

Abelardo, que dejó de lado una cómoda situación como comentarista de televisión y que este año ha tenido propuestas para entrenar en el extranjero y en Primera División, se decidió hace una semana a dar uno de los pasos más delicados de su trayectoria, asumiendo un riesgo enorme. «Me han engañado otra vez», bromeó en las primeras horas de su regreso, restando importancia a la empresa que se le planteó y liderando desde el primer momento un proyecto que, hasta su llegada, estaba descabezado deportivamente. «Estoy como una moto», aseguró tras el empate en Huesca, respondido por una victoria de la Real B que acerca el descenso a menos de dos puntos.

La previsión que se tiene en Mareo, por el ritmo de venta de entradas, apunta a que el domingo podría haber entre 15.000 y 17.000 aficionados para animar a 'El Pitu' y a sus jugadores en un encuentro durísimo ante el Girona de Míchel, un entrenador que el Sporting, con permiso de Abelardo, tenía en cartera para el futuro si no se hubiese logrado el retorno del exjugador. Hay distintas iniciativas en marcha para la previa y se espera una de las mejores entradas de la temporada. No es para menos. La alarma es histórica.

De forma paralela, algunos sectores del sportinguismo se están movilizando en redes sociales para realizar una concentración en la previa del partido frente al Girona contra Javier Fernández. Sería a las 15.15 horas delante de las taquillas de El Molinón. La deriva del proyecto, en el puesto diecisiete de la clasificación en Segunda, con una política deportiva errática, detonante de esa posibilidad cada vez más real de salir por primera vez del circuito de Primera y Segunda División, ha multiplicado las críticas hacia el máximo accionista de la entidad.