Djuka besa el escudo rojiblanco tras marcar el gol de penalti. D. ARIENZA

«Esa hambre que tiene Djuka le hace diferente»

Djuka ha marcado en cinco de los siete últimos duelos y ya promedia un gol cada 178 minutos a menos de quince meses de terminar su contrato

IVÁN ÁLVAREZ

GIJÓN.

Lunes, 28 de marzo 2022, 01:39

Es el de Uros Djurdjevic en el Sporting un liderazgo silenciosamente estruendoso. De carácter introvertido y pocas palabras fuera del campo, se desata cuando se calza las botas. El ruido de sus goles en el momento crucial de la temporada marca el rumbo rojiblanco en ... su trayecto hacia la permanencia.

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Sin su afán por contribuir en el terreno de juego a ahuyentar la sombra del descenso, ahora situado a ocho puntos para el Sporting, el máximo goleador rojiblanco estaría hoy en Podgorica, concentrado en las horas previas para el duelo amistoso de esta tarde entre Montenegro y Grecia. «Hay que destacar su compromiso con el club y con el equipo por la situación clasificatoria. Jugar el jueves en la selección y poner todos los medios para estar con el equipo al final se vio recompensado», señala el exdelantero rojiblanco Eloy Olaya, que vivió en sus propias carnes el desgaste que conlleva afrontar un duelo liguero con el Sporting tras completar un largo viaje con la selección. Al ariete balcánico le tocó ir un paso más allá y en poco más de un día cruzar Europa de este a oeste, sorteando contratiempos como el que se encontró en Suiza. En Zúrich no pudo llegar a tiempo para coger el vuelo que le iba a transportar a Málaga, escala previa a su aterrizaje en Asturias. Mediada la tarde, antes de las siete, dio aviso al club y tuvo que cambiar sobre la marcha su itinerario, pernoctando cerca del aeropuerto de Barajas. De regreso a Gijón con los 95 minutos del jueves en las piernas y menos de una decena de horas por delante para que el balón echase a rodar en El Molinón, acordó en una conversación con Martí ser precavido ante el riesgo de contratiempo físico y entrar al terreno de juego en la segunda mitad.

Solamente en el duelo ante Las Palmas, sin apenas entrenamientos previos tras salir de la cuarentena por su positivo en covid, había sido suplente en el presente campeonato liguero. «Era una medida acertada no ponerlo de inicio», concluye Eloy Olaya. Como en la eliminatoria de Copa del Rey del pasado mes de enero ante el Villarreal en El Molinón, su pegada fue clave para que el choque se decantase del lado rojiblanco.

«Djuka contagia siempre intensidad y compromiso. Con su entrada y ese gol tempranero en el segundo tiempo todavía se notó mucho más ese espíritu que tiene y transmite a sus compañeros», sostiene José Alberto López, testigo en el estadio de su séptimo doblete con la camiseta del Sporting. El técnico forjado en Mareo estaba a los mandos en El Molinón cuando el balcánico logró la primera de las 52 dianas que ya acumula en la categoría de plata del fútbol español.

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Con los dos que celebró el sábado ante el Cartagena, ya promedia esta temporada un gol cada 178 minutos, un ritmo solo superado desde su desembarco en Mareo por los números del pasado curso (un remate certero cada 160 minutos). El balcánico, que contribuyó también con su quinta asistencia del curso a que Pedro Díaz cerrase el festín goleador, ha estado involucrado en 18 de los 39 tantos del Sporting en Liga. Gasolina en un conjunto rojiblanco al que le ha costado carburar en 2022, el internacional por Montenegro sigue su propia estela de la gigantesca influencia en los marcadores de la pasada campaña, en la que su firma quedó plasmada en más de la mitad de las jugadas finalizadas con el balón en el fondo de la portería rival.

«Es un jugador que siempre lo da todo. Esa intensidad que muestra tanto en los partidos como en los entrenamientos es la que quiere cualquier entrenador. A los delanteros se les juzga por los goles, pero siempre ha hecho un trabajo espectacular para el equipo», sostiene José Alberto López, que considera que el principal cambio desde su llegada es que ahora los árbitros le respetan más y no penalizan tanto con amonestaciones su fuerte temperamento. «Siempre ataca el espacio y hace una presión tras pérdida muy intensa», destaca el técnico que comenzó la temporada a las riendas del Málaga, que sufrió el pasado mes de septiembre la puntería del balcánico, al que define como un delantero «pasional» que «vive por y para el gol». «Esa hambre que tiene creo que le hace diferente», precisa.

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«Es un jugador muy importante para el equipo. Tanto en la temporada pasada como en esta ha mejorado los movimientos para encontrar el espacio y alejarse de los defensores para que los compañeros le puedan surtir mejor de balones», observa Eloy Olaya, que considera que en sus inicios en Gijón entraba en constantes pugnas con los centrales que «suponen un gasto de energía sin sacar demasiada productividad». El remate con la zurda y los testarazos se mantienen como facetas por pulir para él, pero ha sabido suplir esas carencias con otras virtudes.

Con el final de su contrato en 2023, cuenta con una propuesta para extender ese vínculo dos años más, pero ahora, con el equipo dilucidando aún su futuro, aparca su renovación. «Primero hay que conseguir el objetivo y sumar los puntos necesarios para estar tranquilos», indica Eloy, que precisa que luego deberán «intentar llegar a un acuerdo». «Él está muy feliz aquí, se siente muy querido por la afición, pero si hay una oferta de superior categoría hay diferencia», agrega. Djuka, que ya recibió cantos de sirenas en los últimos mercados, por el momento reflota al Sporting.

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